Daimler, propietaria de Mercedes, y el grupo Renault-Nissan. En 2010, estas dos potencias se unieron para colaborar en la creación de motores, lo que ha llevado a algunos modelos de Mercedes a montar motores fabricados por Renault. Pero no te equivoques. Es comprensible que algunos clientes potenciales tengan ciertas reticencias al saber que llevan motores Renault bajo el capó. Pero esto no significa que estos coches sean de menor calidad. Todo lo contrario. Son máquinas excelentes. De hecho, si algo garantiza la calidad de estos motores es que son utilizados por Mercedes.
Dentro de los motores de Renault más utilizados por Mercedes, destaca el diésel 1.5 dCi, que solía montarse en los modelos Clase A y Clase B. Actualmente, la colaboración entre ambas marcas se limita a los motores de gasolina.
Una de las mecánicas más populares es el motor denominado 180, disponible en dos niveles de potencia: 136 y 163 CV. Este motor es un tetracilíndrico turbo de 1.33 litros y se encuentra en los modelos Clase A, Clase B, GLA y CLA. Puedes elegir entre una caja de cambios manual de seis velocidades o una automática. Pero en todos estos modelos tienen tracción delantera.
Además, existe una versión híbrida de este motor llamada 250e. Usa una variante de este motor con 160 CV, que se combina con un motor eléctrico de 102 CV para alcanzar una potencia total de 218 CV. Es una opción interesante para aquellos que buscan una mayor eficiencia energética.
Pero la colaboración no se limita a los modelos de turismos. La gama de vehículos comerciales de Mercedes también se beneficia de los motores de Renault. Por ejemplo, el Mercedes Citan, un vehículo de carga, monta el motor 1.5 litros de Renault, el mismo que se encuentra en la Kangoo.