El Volkswagen Golf es uno de esos modelos que no necesita precisamente mucha presentación. Un modelo que puede presumir de haber sido de los que más alegrías ha dado de la marca alemana desde hace ya muchas décadas siendo el compacto de referencia en las carreteras europeas, unas carreteras en las que ha dominado con mano de hierro hasta hace muy poco.
Y es que, como bien saben el fabricante alemán, el peso actualmente del Golf no es el mismo que tenía este modelo hace apenas unos años, cuando no tenía rival en cuanto a cuota de mercado en Europa y seguía siendo la mejor arma de la marca alemana.
Las cifras en este sentido nos engañan, evidenciando la caída de cuota de mercado de este modelo, que ha pasado de superar las 400.000 ventas en el 2019 a quedarse un poco por encima de las 160.000 en 2022, es decir, ha perdido más de la mitad de su cuota de mercado en apenas unos años.
Si bien es cierto que desde la marca ya han asegurado que la nueva generación del Golf se va a convertir en un modelo 100 × 100 eléctrico, eso no significa que no puedan darle un poco de ventas a la generación actual, la última con motores de combustión.
Y para hacerlo no van a hacer otra cosa que una actualización de mitad de ciclo, un lavado de cara con el que van a actualizar el diseño de este compacto para ponerlo al día y alargar así su vida comercial.
Si bien es cierto que el nuevo Golf no llegará hasta 2024, ya se sabe que, como es habitual en Volkswagen, los cambios en esta actualización de mitad de ciclo no van a ser numerosos, sino más bien pequeños retoques tanto en su apartado estético como mecánico para seguir dando vida a un modelo que está agonizando en el mercado.