El Seat Arona tiene un rival muy serio: es francés y se llama Citroën C3 Aircross. Y es la mezcla perfecta de SUV y monovolumen.
Si por algo se ha caracterizado siempre Citroën es por construir coches especiales y singulares que, aunque pueden no gustar, tienen personalidad propia. El Citroën C3 Aircross es un ejemplo de esta manera de trabajar: combina lo mejor de un SUV pequeño con las características que, todavía hoy, nos hacen añorar a los monovolúmenes que parecía iban a comerse el mundo hace veinte años y que perdieron la batalla con los todocaminos.
El Citroën C3 Aircross mide 4,15 metros de largo, alcanza el 1,60 de alto y ofrece un maletero de 410 litros. Nominalmente es un B-SUV, pero merecería una categoría específica, ya que combina la amplitud interior de un monovolumen con las actitudes de un todocamino. Y todo, en un tamaño compacto. La versión más sencilla cuesta sólo 18.250 euros gracias al descuento de 3.620 euros que recoge quecochemecompro.com.
La versión más sencilla del Citroën C3 Aircross equipa un 1.2 PureTech de gasolina con 110 CV. Por encima, encontramos un diésel Blue HDi 1.5 de 110 CV. La versión top de gama equipa un 1.2 PureTech de gasolina con 131 CV y su precio ronda los 25.000 euros. Las versiones disponibles son tres: Feel, Feel Pack y Shine y todas incluyen faros EcoLED, lector de señales, alerta de cambio de carril, ordenador de viaje, USB y bluetooth. Sólo se le puede reprochar que el aire acondicionado des opcional en la versión más sencilla. Lo mejor del coche es la banqueta posterior deslizante, que permite dispone de más espacio para las piernas. En suma, un crossover de manual con aspecto peculiar que enamora cuando viajas dentro.