Este SUV italiano le está robando ventas al Seat Ateca

Como todos los italianos, viste con elegancia y estilo; pero no puede ocultar una realidad algo incómoda: llega desde China aunque se ensamble en Macchia d’Isernia dentro del proyecto que ese gigante del automóvil que es Massimo Di Risio ha puesto en marcha. Hablamos del DR 5.0 y de cómo puede ser que esté robándole ventas incluso al Seat Ateca.

DR 5.0: un todocamino pequeño que casi es mediano

Nominalmente, el coche que nos ocupa es un SUV pequeño, pero los 4,32 metros de largo con los que se presenta hacen de él un coche más grande que el Dacia Duster (4,31 metros) al que le falta poco para igualar los 4,39 de un Jeep Compass. Los dos coches de los que hablamos, conviene tenerlo en cuenta, son todocaminos medianos (como el Ateca, que mide 4,36). ¿De verdad merecen el DR 5.0 y su 1,67 de altura que lo identifiquemos como un SUV pequeño?

Motores

Hay tres opciones de propulsión para el DR 4.0: la versión de acceso equipa un 1.5 de gasolina con 116 CV que consume ocho litros cada 100 km y, por encima, encontramos un 1.5 Bifuel de 113 CV y un 1.5 Turbo de 155 CV que consume siete litros de gasolina cada 100 km. Lo mejor es el precio: la versión de acceso sale este mes por 21.900 euros según el portal de ofertas quecochemecompro.com. Estamos, sin duda, ante un precio con el que pocos coches –quizá el Dacia Duster antes citado- pueden competir, aunque al DR le asiste una ventaja: la novedad. Los motores, eso sí, son menos eficientes que los de sus adversarios.

Equipamiento

El equipamiento con el que se nos presenta este solvente todocamino es aceptable: llantas de 18 pulgadas, LED para circulación diurna, arranque y acceso sin llave, sensores de aparcamiento y volante multifunción. La pantalla multimedia es pequeña: 7 pulgadas. Ofrece 340 litros de maletero. El habitáculo interior, aunque sin alardes es elegante. Por ponerle una pega, habría que citar las excesivas dimensiones del logo, que destaca demasiado tanto en la parrilla como en el portón trasero y contrasta para mal con el buen gusto que se ha tenido para diseñar el coche.