De momento el crecimiento no es exponencial, pero día a día se constata que los carburantes incrementan su precio. La mayor demanda derivada de las vacaciones de verano los ha encarecido en un 1% y se habla ya de la posibilidad de que suban un 5% en las próximas semanas. Tocarían techo, parece, en torno al 15 de agosto, coincidiendo con el pico de desplazamientos veraniegos.
La gasolina supera ya, y así se confirma en el Boletín Petrolero de la UE, el 1,60 y el diesel se mantiene en torno al 1,48. Es un precio similar al de antes de la Guerra de Ucrania, pero se apunta ya que determinados problemas en refinerías saudíes podrían haber reducido la producción en dicho país. Este hecho, coincidiendo con la alta demanda de los meses de verano, explicaría parte de las razones que impulsan los precios.
Lo habitual: repostar a principios de semana y no los viernes, hacerlo a primera hora de la mañana porque la densidad del combustible es mayor conforme menor es la temperatura y tampoco repostar justo después de que los camiones cisterna haya descargado el combustible. No es buena idea tampoco apurar la reserva al máximo, porque los sedimentos que se acumulan en nuestro depósito podrían llegar a atascar los inyectores y obligarnos a acometer una reparación costosa que puede llegar a rondar los 500 euros según qué vehículo sea al nuestro. Si los precios suben, por supuesto, intenta localizar las gasolineras más baratas gracias a las múltiples aplicaciones disponibles.