Como bien saben aquellos que han decidido utilizar el coche de manera habitual durante estas vacaciones, y de hecho lo siguen utilizando, el precio de la gasolina y el diésel se ha convertido en uno de sus principales motivos de preocupación.
Entre otras cosas porque, si bien es cierto que históricamente en los meses de julio, agosto y septiembre el precio de los combustibles ha sido siempre más alto teniendo en cuenta que se trata de un periodo vacacional y que, por lo tanto, se producen muchos más desplazamientos que de forma habitual en otros meses, los precios actuales son mucho más altos que los que había hace apenas unos años.
Así, ya se comprobó hace apenas una semanas, desde mediados del mes de julio hasta principios del mes de agosto, cómo los precios iban aumentando a medida que se acercaba la operación salida, es decir, el momento en el que la inmensa mayoría empezaban sus vacaciones y por lo tanto se produjeron el mayor número de desplazamientos estas fechas.
Es por eso que ya son varios los expertos que apuntan que, más allá de que los precios no vayan a bajar hasta finales de 2023, no sería de extrañar que durante los próximos días siguieran subiendo, especialmente teniendo en cuenta que será en los últimos días de agosto y en los primeros de septiembre cuando muchos regresaron a sus casas de sus vacaciones.
Así, como ocurre con la operación salida, con la operación retorno la demanda de combustible aumentará en España, lo que provocará que a su vez aumente también el precio teniendo en cuenta que la oferta sigue siendo la misma.
Lo que falta saber ahora es hasta qué punto el precio aumentará, pero lo que es evidente es que en este 2023 las vacaciones en coche han sido mucho más caras respecto a años anteriores.