Es de sobra conocido, sobre todo para aquellos que están interesados en hacerse con un coche 100 × 100 eléctrico, que el elemento más importante de este tipo de coches no es tanto el motor sino la batería. Entre otras cosas porque es la batería el elemento que determina la autonomía de los coches eléctricos, uno de los elementos clave aún hoy en día en este tipo de coches.
Y es que, por mucho que estén apareciendo en el mercado modelos con baterías ya muy potentes y de buen tamaño que permiten a sus coches tener autonomías ya comparables a las de coches de combustión, la inmensa mayoría de los eléctricos siguen estando un paso por detrás en este sentido.
Es por eso que muchos fabricantes están trabajando en nuevas soluciones para intentar aumentar la potencia la capacidad de las baterías sin que ello acabe implicando un aumento en el peso en el precio final del producto, algo que no es precisamente sencillo.
Uno de los materiales en los que se está trabajando en este sentido es la arena. En concreto lo está haciendo la empresa americana Polar Night Energy, una empresa que está realizando una serie de investigaciones que pasan por almacenar en un silo de arena la energía producida por fuentes renovables como son la eólica y la solar.
Cuentan los responsables de este proyecto que, si bien es cierto que de momento no están pensando en la aplicación de este sistema para la industria del automóvil, que puede acabar siendo útil en cuanto al almacenamiento de energía para los hogares.
En cualquier caso, no se descarta que, si el proyecto sigue adelante y los resultados son positivos, no sean pocas las marcas de automóviles que obtienen para explorar esta nueva vía, entre otras cosas porque la arena es un material mucho más barato que el litio.