La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene como objetivo garantizar la seguridad de los conductores y los peatones. Y las leyes de su normativa, aunque a veces parezca que está para recaudar, tienen todo el sentido del mundo. Y es que hasta el detalle menos esperado puede ser motivo de accidente.
Por ejemplo, las bolsas de la compra. Seguramente las has dejado alguna vez en el asiento del copiloto o en los traseros. Si es así y lo sigues haciendo, debes saber que es motivo de multa.
El artículo 14 del Reglamento General de Circulación señala que “la carga transportada en un vehículo, así como los accesorios que se utilicen para su acondicionamiento o protección, deben estar dispuestos y, si fuera necesario, sujetos de tal forma que no puedan: arrastrar, caer total o parcialmente o desplazarse de manera peligrosa, comprometer la estabilidad del vehículo, producir ruido, polvo u otras molestias que puedan ser evitadas y, por último, ocultar los dispositivos de alumbrado o de señalización luminosa, las placas o distintivos obligatorios y las advertencias manuales de sus conductores”.
No cumplir con ello puede acarrear una multa de hasta 200 euros. Si no quieres exponerte a ello, haz caso de los consejos de la DGT: