No es que sea precisamente ningún secreto que la inmensa mayoría de los conductores en nuestro país no tienen muchos conocimientos de mecánica. Así, lo habitual es que, siempre que aparece un problema en su coche, los conductores acuden a su taller de confianza para que sea un especialista quien arregle el problema.
Eso no significa que, por mucho que no seamos los conductores, a no ser que seamos expertos en el tema y tengamos los materiales necesarios, los que debamos solucionar los problemas, no podemos tener conocimientos sobre que le ocurre a nuestro coche en ciertas situaciones.
Ese conocimiento puede ayudar a detectar incluso un problema antes de que se convierta en algo grave y, por lo tanto, al ayudarnos también ahorrar unos cuantos euros en nuestra visita al mecánico.
Una de las situaciones habituales en muchos coches es que en algunos momentos determinados empiece a salir humo blanco desde el tubo de escape. Evidentemente no es una señal positiva, aunque tampoco es nada dramáticos y se toman medidas a tiempo.
En el caso de los coches de gasolina, el humo denso y blanco suele ser un síntoma de que la junta de culata no está en buen estado. Caso de que más allá del humo blanco también se perciba un dolor muy fuerte, el problema pasa a ser generalizado del sistema de refrigeración.
En el caso de los coches diésel, el problema no está asociado en la inmensa mayoría de los casos a la culata, sino algún problema en el sistema de inyección del motor. Tal y como recomiendan los mecánicos, siempre que observemos este humo blanco, lo mejor es acudir cuanto antes a un especialista para poder remedio lo antes posible.