La nueva gasolina que Volkswagen quiere impulsar en Europa
Los carburantes fósiles atraviesan un momento complicado. La gasolina y el diésel tienen fecha de caducidad. Y son muchas las marcas que han trazado una hoja de ruta en la que a medio-largo plazo no tendrán modelos que usen estos carburantes. Asimismo, existen números proyectos de investigación abiertos que apunan a mejorar los coches eléctricos para hacerlos factibles, así como otros que toman el hidrógeno como posible propulsor sostenible.
No obstante, también hay fabricantes que quieren alargar la vida de los coches de combustión interna. Y la clave en todo ello son los e-fuel. Cabe decir que Europa ya se ha posicionado, señalando que no permitirá estos combustibles salvo en modelos deportivos. No obstante, hay marcas que ya presionan para que se abra la veda a otros modelos. Y Volkswagen está metida en el ajo.
Volkswagen apoya el uso de los e-fuel
Es CropEnergies AG la empresa germana que actualmente está usando estos combustibles. Los sirve en una sola estación de servicio que está situada en Mannheim. Y lo cierto es que actualmente, al no estar homologada, solo se puede usar en coches de las empresas que han invertido en el proyecto de investigación y desarrollo de los e-fuel. Y en su gran mayoría son modelos de Volkswagen.
Es por eso que desde la firma alemana presionan para que este combustible se use a gran escala. “Hemos probado muchos de nuestros motores de nueva generación usando Super Eco 20 y la conclusión es que podríamos homologar muchos vehículos para el nuevo combustible si se implementara la estandarización adecuada”, ha señalado Thomas Garbe, jefe de Desarrollo de Fuentes de Energía de VW.
¿Qué son los e-fuel?
La gasolina ‘Super E20’, que es como llaman a este combustible, tiene la propiedad de contener un 10% más de bioetanol que la gasolina E10 convencional. Gracias a este ingrediente se obtienen 100 octanos. Y según CropEnergies, supone un 15% de ahorro en las emisiones de CO2 en comparación con la gasolina normal. Y lo mejor de todo es que se obtiene a partir de productos renovables como o la remolacha azucarera, las patatas o los cereales. Tal y como señala ADAC, que también participa en el proyecto, se pueden reducir las emisiones hasta en tres millones de toneladas.