Fue hace ya unos años cuando Opel decidió doblar sus esfuerzos en el segmento de los B-SUV con una propuesta alternativa al Mokka. No fue otro que el Crossland, un modelo también de dimensiones reducidas pero con un punto más de modelo familiar que el Mokka, que especialmente en su actual generación ha ganado en deportividad.
Sin ser evidentemente un modelo pensado para familias que necesitan mucho espacio y mucha capacidad de carga, sí que el Crossland pasa por ser uno de los modelos con más habitabilidad y más comodidades para el día a día en entornos urbanos e interurbanos, su mejor terreno de juego.
Eso sí, como bien saben los que siguen atentamente el día a día de la marca de Stellantis, Opel ya está trabajando intensamente en la nueva generación de este modelo, una generación que llegará a finales de 2024 o principios de 2025 y que convertirá al Crossland en un mejor en todo.
Es por eso que, teniendo en cuenta que al Crossland actual le queda poco más de un año de vida comercial, Opel ha actualizado su gama reduciendo algunos acabados y ajustando aún más su oferta.
Así, ahora tan sólo se podrá configurar con tres acabados diferentes y con tres propuestas mecánicas. En el caso de la gasolina, dos motores de 110 y 130 caballos, el de 130 con posibilidad de asociarlo a transmisión automática. En el caso del diésel, una única opción con 110 caballos de potencia con cambio manual.
La versión más sencilla parte desde poco menos de 25.000 euros, mientras que la mejor dotada se va ya a más de 33.000 euros, por lo que, teniendo en cuenta los posibles descuentos, va a ser un modelo que probablemente tenga una despedida con buenas cifras de ventas dado su precio, especialmente en sus versiones de acceso.