Tesla se ha caracterizado desde hace ya muchos años por ser una de las marcas pioneras en lo que se refiere a la tecnología aplicada a la industria del automóvil.
En este sentido, más allá de que el fabricante americano opte por tener a la venta tan solo modelos 100 × 100 eléctricos con motores en muchos casos mucho más eficientes que la inmensa mayoría de sus rivales directos, Tesla cuenta con tecnologías aplicadas a la conducción muy innovadoras como es el caso del famoso Autopilot.
Cabe tener en cuenta que este asistente a la conducción que tiene diferentes grados no está disponible en todos los países ya que las regulaciones no son las mismas en todos los mercados, por lo que este sistema, por ejemplo, está mucho más acotado en España y en Europa respecto a Estados Unidos.
Y es precisamente este sistema de conducción autónoma lo que ha provocado que la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera de EEUU, la NHTS, haya decidido revisar muchos de los accidentes que han tenido los tesla en los últimos tiempos haciendo uso de este sistema para acabar obligando a la marca a que se revise.
El problema que se ha detectado es que en “determinadas circunstancias, cuando el sistema ‘Autosteer’ [de dirección automática] está activado, es posible que la prominencia y el alcance de los controles de la función no sean suficientes para evitar que el conductor haga un uso indebido de la función avanzada de asistencia al conductor”, como apuntan en la NHTS.
Este problema detectado por esta agencia americana es lo que ha provocado que la marca de coches eléctricos más popular a nivel mundial tenga que llamar a revisión a más de 2 millones de coches, entre ellos algunos de los que evidentemente se han vendido en nuestro país en los últimos años de los modelos Model 3 y Model Y.