El Volvo XC40 siempre ha presumido de ser uno de los SUV compactos más económicos del mercado. Sin ir más lejos, hasta hace poco era posible acceder a la gama por menos de 30.000 euros en su versión de combustión interna o por 48.275 € en su versión 100% eléctrica. Los nuevos tiempos enfocados a la electrificación, sin embargo, traen consigo una importante subida de precios.
Recientemente, los modelos Volvo XC40 (EX40) y C40 (EC40) han cambiado de nombre como parte de una nueva estrategia de nomenclatura para diferenciar los modelos eléctricos de los de combustión e híbridos enchufables, aunque estéticamente se diferencian por detalles mínimos.
Esta modificación no ha pasado desapercibida entre los clientes suecos interesados en estos SUV compactos, ya que ha llevado consigo un aumento significativo de los precios sin ofrecer cambios sustanciales además de la nueva denominación comercial.
Los nuevos precios en Suecia muestran un aumento sustancial en comparación con los precios anteriores, con diferencias que alcanzan los 2.327 euros. Este aumento parece ser resultado de la estrategia de Volvo para aumentar los márgenes de beneficio y adaptarse a las demandas del mercado.
Concretamente, el EX40 RWD Standard Range arranca ahora en 54.327 euros, mientras que el Long Range lo hace en 58.874 €. El EC40 RWD, por su parte, empieza en 55.938 €, mientras que la versión Long Range cuesta 61.102 €.
En Suecia, la versión más básica de ambos modelos está asociada al acabado Core, ofreciendo una autonomía máxima de 476 kilómetros para la variante de menor capacidad de la batería y 573 kilómetros para la variante de mayor capacidad.
A pesar de ser uno de los planes más ambiciosos de Volvo, el nuevo Volvo EX30, destinado a un mayor volumen de ventas, podría enfrentar una competencia más dura en el mercado sueco, especialmente con modelos como el Volkswagen ID.4 y el Tesla Model Y, que ofrecen precios competitivos.
En España, aún no se ha implementado el cambio de nombre ni se han revelado los nuevos precios, lo que deja en incertidumbre a los potenciales compradores sobre cómo afectará esta decisión de Volvo al mercado español.