El Barómetro de Electromovilidad de ANFAC proporciona una visión integral sobre el avance de los países en la adopción de vehículos eléctricos, siendo el informe del año 2023 especialmente relevante al evaluar el progreso en toda Europa.
En España, si bien se observa un crecimiento en la penetración de vehículos eléctricos y la expansión de puntos de recarga, el ritmo de crecimiento aún no alcanza las expectativas marcadas. Y todo tiene que ver con su lamentable red de puntos de carga.
Durante el 2023, se instalaron 11.173 nuevos puntos de recarga públicos, alcanzando un total de 29.301, un aumento sin precedentes según ANFAC. Sin embargo, más de 7.700 puntos de recarga están fuera de servicio, representando un 21% de la infraestructura.
El informe otorga a España una puntuación de 6,7 sobre 100 en el indicador de infraestructura de recarga, una mejora pero aún insuficiente en comparación con líderes europeos como Países Bajos y Noruega.
La distribución de las estaciones de recarga en España también es preocupante, con solo el 23% de ellas ofreciendo una potencia superior a 22 kW, lo que limita la capacidad de carga rápida.
El 85% de los puntos de recarga de alta potencia son proyectos de fabricantes de vehículos, destacando la importancia de esta infraestructura para el despliegue efectivo del vehículo eléctrico.
A pesar del crecimiento en todos los rangos de potencia de recarga, excepto los de 50 a 150 kW, el panorama para el 2024 sigue siendo desafiante. España está lejos de alcanzar los 45.000 puntos de recarga previstos para 2030 en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), y este año se requieren 64.000 puntos, el doble de la red actual.