Una de las incertidumbres más patentes que existen actualmente en el mundo del automovilismo recae en los coches eléctricos. Se prevé que, poco a poco, esta tipología de vehículo empiecen a ser cada vez más comunes en el día a día de la sociedad. Sin embargo, el hecho de que aún falten muchos puntos de recarga por ciudades importantes y puntos entre destinos lejanos, hacen que falte bastante para ver una alta cantidad de coches eléctricos por la vía.
Una de las situaciones que pueden ocurrir con este tipo de vehículos es que tu coche eléctrico se quede sin batería en un momento dado. Es algo muy parecido -por no decir exactamente igual- que quedarte sin gasolina. La primera premisa para que eso no ocurra es muy clara: tener la previsión y una hoja de ruta bien marcada. El hecho de que en España no haya muchos puntos de carga puede ser algo contraproducente, ya que la limitación para un viaje es mucho mayor.
Para intentar hacer menos posible esta situación de quedarse sin batería, son muchos los fabricantes instalan la función buffer: na especie de reserva que evita que la batería se descargue por completo. Es más, a medida que te acerques al 0% de autonomía, el coche irá apagando funciones para poder centrarse solo en la propulsión.
La realidad es que actualmente en España, los coches eléctricos no están diseñados para realizar viajes largos. Ya no solo por el hecho de la batería, sino por el tema de los puntos de recarga. Tener esa precisión es de vital importancia ya que, de quedarse tirado, puede recibir una multa económica.
Tal y como se detalla en el Reglamento General de Circulación, si el vehículo se queda sin batería en mitad de una vía pública y genera una situación de riesgo para el resto de conductores, la sanción podría llegar a ser de hasta 200 euros.
En todo este contexto, los seguros se encuentran en una tesitura de mucha incertidumbre. No es un vacío legal, pero el hecho de que todas estas situaciones sean relativamente nuevas hace que los usuarios no tengan del todo claro cómo actuar en cuanto a los seguros y sus diferentes tipologías. Lo que es una realidad, es que en muy pocas ocasiones estos seguros cubren fallos eléctricos en estos vehículos.