BMW ha decidido cambiar su enfoque estratégico, relegando el protagonismo de sus modelos de gasolina para darle mayor relevancia a los eléctricos. Hace trece años, la marca bávara presentó la submarca BMW i dedicada a los coches eléctricos, introduciendo el concepto en el Salón del Automóvil de Frankfurt y materializándolo en modelos de producción.
El icónico BMW i3 fue el primer modelo de la marca bajo la denominación comercial BMW i. Sin embargo, esta denominación chocaba con la tradición de la marca, que desde hace casi cinco décadas utiliza la letra "i" para identificar las versiones de inyección de gasolina.
Desde su estreno en 1975, la letra "i" ha estado asociada a los modelos de gasolina de BMW, siendo parte integral de la identidad de la marca. Sin embargo, con el advenimiento de los coches eléctricos, surge la necesidad de encontrar una nueva forma de denominar estas versiones.
BMW ha encontrado una solución temporal mediante la adopción de las denominaciones "eDrive" y "xDrive" para los modelos eléctricos, junto con la numeración correspondiente del nivel de potencia. A largo plazo, cuando los coches eléctricos sean predominantes, la marca planea abandonar la combustión interna por completo.
El nuevo BMW X3 será el primer modelo de la marca en eliminar la "i" de las versiones de gasolina. Esta estrategia se extenderá a otros modelos, incluidos el Serie 1, Serie 2 Gran Coupé y el lavado de cara del Serie 7 en 2026. Las insignias de estos modelos solo mostrarán la denominación numérica y la indicación de la tracción, como "30 xDrive".
Bernd Körber, vicepresidente senior de gestión de productos y marcas de BMW, reconoce que los modelos diésel están en declive y señala que la "i" se mantendrá como una firma para indicar que se está conduciendo un coche eléctrico. Esta decisión refleja la apuesta de BMW por la innovación y la movilidad eléctrica como parte integral de su identidad de marca.