Toyota y Subaru, dos gigantes de la industria automotriz japonesa, se encuentran ante el desafío de la electrificación de sus gamas de vehículos. Aunque ambas marcas han sido pioneras en tecnologías de hibridación y pila de combustible, su incursión en el mercado de los coches eléctricos puros ha sido más lenta en comparación con algunos de sus competidores occidentales y chinos.
A pesar de que el futuro de la industria automotriz apunta claramente hacia el vehículo eléctrico, Toyota y Subaru han optado por no precipitarse en esta transición. De hecho, la bajada de la demanda de vehículos eléctricos, debido a los altos costos que deben afrontar los compradores, está influenciando la estrategia de muchas marcas en todo el mundo.
En este contexto, Subaru se encuentra en una posición particularmente desafiante debido a su tamaño y capacidad productiva limitados en comparación con Toyota. Desarrollar tecnología eléctrica y adaptar las plantas de producción para vehículos eléctricos representaría un desafío financiero considerable para la marca.
Por lo tanto, Subaru ha optado por una estrategia de colaboración con Toyota para enfrentar estos desafíos. El primer resultado de esta colaboración es el Subaru Solterra, un SUV eléctrico que comparte plataforma con el Toyota bZ4X. Esta asociación no es nueva, ya que ambas compañías han trabajado juntas en proyectos anteriores, como los deportivos GR86 y BRZ.
Según Atsushi Osaki, CEO de Subaru, la colaboración con Toyota se intensificará en los próximos años, con el objetivo de reducir los riesgos asociados al desarrollo de vehículos eléctricos. Esta estrategia permitirá a Subaru acceder a créditos fiscales y ayudas gubernamentales en mercados importantes como Estados Unidos.
Además del Solterra, Subaru planea lanzar nuevos SUV eléctricos en colaboración con Toyota, lo que le permitirá expandir su gama de modelos y competir de manera más efectiva en el mercado de vehículos eléctricos. A largo plazo, la marca japonesa tiene como objetivo desarrollar cuatro coches eléctricos adicionales de forma interna para el año 2028, lo que significaría un importante paso adelante en su estrategia de electrificación.