La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha elaborado su habitual lista que recoge cuáles son las marcas más y menos fiables. Para confeccionar esta lista, la OCU realizó una encuesta a 29.873 automovilistas de nueve países europeos, obteniendo información sobre 276 modelos.
Asimismo, para elaborar el estudio sobre las marcas y coches más y menos fiables, la OCU aplica una serie de filtros rigurosos como son el tipo de avería y su gravedad, es decir, si impedía al coche circular o afectaba su seguridad. También se excluyen las averías derivadas de vandalismo o accidentes. Además, se toma en cuenta la edad del coche, los kilómetros recorridos y el nivel de satisfacción de los propietarios con sus vehículos.
En esta ocasión, nos enfocamos en las marcas menos fiables. Land Rover ocupa la última posición con 64 puntos, lo que refleja una notable falta de fiabilidad según los usuarios. Justo por delante se encuentran marcas como Opel (76 puntos), Peugeot (80 puntos) y Volkswagen (80 puntos), todas ellas con puntuaciones que indican una menor confianza de los consumidores.
El resultado de este estudio es preocupante para estas marcas, especialmente considerando que la fiabilidad es el factor más importante para los conductores a la hora de comprar un coche nuevo. Según el mismo informe de la OCU, la fiabilidad es prioritaria para el 39% de los compradores, muy por encima de otros factores como el tamaño y capacidad (16%), el consumo (9%) y el precio (9%).
Otros factores que influyen en la decisión de compra incluyen el tipo de combustible (6%), el diseño (5%), el impacto ambiental (5%), la autonomía de la batería (5%) y otros criterios (5%). La marca del coche es un factor decisivo solo para el 3% de los encuestados.
Estos resultados subrayan la importancia de la fiabilidad en el mercado automovilístico. Marcas como Volkswagen, Opel, Peugeot y Citroën deben prestar atención a estos datos y trabajar en mejorar la fiabilidad de sus vehículos para no perder la confianza de sus clientes. En un mercado competitivo, la percepción de fiabilidad puede ser decisiva para el éxito o el fracaso de una marca.