Como bien saben en Toyota, su RAV4 pasa por ser no tan solo uno de los modelos más vendidos de la marca japonesa de nuestro país sino también por ser una referencia en su segmento, el de los SUV de tamaño compacto.
El problema en su caso es que, al ser un modelo que cuenta de serie con un motor híbrido auto recargable, su precio se sitúa bastante por encima de la media de los modelos de su segmento que logran también excelentes cifras de ventas como son el Kia Sportage, el Hyundai Tucson o el Nissan Qashqai, entre otras cosas porque estos modelos cuentan con versiones de acceso con modelos más sencillos que les permiten tener precios más bajos.
En este sentido, no es que sea casualidad que muchos conductores, teniendo claro que buscan hacerse con un Toyota y que quiere un modelo híbrido auto recargable, deciden quedarse con el modelo que se sitúa un escalón por debajo del RAV4.
Y ahí es donde el C-HR gana mucho peso, y más teniendo en cuenta que es un modelo que acaba de estrenar su segunda generación haciendo evidente la apuesta arriesgada en cuanto a diseño por parte de la marca japonesa pero con un nivel de calidad y tecnología que sigue siendo muy alto.
Su precio de partida se sitúa justo por encima de los 30.000 €, es decir, es unos 6000 € más barato que el RAV4, por mucho que sea un modelo más sencillo con un motor menos potente, menos habitabilidad y menos capacidad de carga, está atrayendo a cada vez más conductores, especialmente aquellos que buscan un modelo con un toque más urbano.
No sería extraño entonces que, como ocurrió con la generación anterior de este C-HR, a medida que la nueva generación se vaya implantando en nuestro país sus ventas encima de su hermano mayor.