Como ya sabes, los precios en el sector del motor se han disparado en los últimos años. Especialmente desde la pandemia, la mayoría de modelos han pasado a costar lo que antes valían modelos que estaban, como mínimo, un escalón por encima. Esto se debe en parte a que los precios no han recuperado su estatus original tras la crisis de los microchips. Aunque tampoco hay que olvidar que los coches nuevos suelen incluir tecnologías y sistemas que aumentan la eficiencia que implican más inversiones para los fabricantes.
Dentro de este contexto, hay modelos que incluso superan los límites de los coches premium. Aunque no es común ver un Peugeot que compita en precio con las marcas de lujo alemanas y japonesas, el Peugeot Traveller ha roto esta tendencia. Anteriormente, el Peugeot más caro fue el 508 PSE, un híbrido enchufable deportivo que alcanzaba los 360 CV y costaba más de 70.000 euros.
Sorprendentemente, el Peugeot más caro en Francia hoy en día es el Traveller. Específicamente, la versión BlueHDi de 180 CV con cambio automático de ocho velocidades tiene un precio final de 114.200 euros, sin incluir equipamientos opcionales.
Cabe decir que, en el catálogo francés, la marca anuncia un precio base de 54.420 euros. ¿A qué se debe entonces la diferencia de precio? Pues, básicamente, a los nuevos impuestos franceses que gravan el peso de los vehículos. Originalmente destinados a los SUV, estos impuestos ahora afectan a cualquier coche que supere ciertos umbrales de peso y emisiones de CO2. El Traveller, con su variante de larga distancia entre ejes que pesa más de 1.600 kg y emite 193 g/km de CO2, es uno de los afectados.
Esta situación es problemática para todas las marcas, incluyendo Peugeot, que se ha visto obligada a aplicar descuentos. Además, el gobierno francés ofrece una rebaja en la ecotasa, pero solo para familias con más de tres hijos, reduciendo 20 gramos de CO2 y 200 kg del impuesto de peso por cada hijo.
La alternativa para tener una Traveller y evitar el sobrecoste pasa por la versión eléctrica, la e-Traveller, que está exenta de estos gravámenes, incluyendo el impuesto por peso. Así, mientras los impuestos elevan el costo de algunos modelos, la opción eléctrica ofrece una alternativa más económica y ecológica.