En los últimos días, ha circulado en España una información errónea sobre la supuesta incorporación de una cuarta luz blanca en los semáforos destinada a los vehículos autónomos. Esta noticia, que ha generado gran confusión, se basa en un estudio realizado en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, en Estados Unidos.
El estudio en cuestión propone la inclusión de una luz blanca en los semáforos para señalar a los conductores humanos que deben seguir a los vehículos autónomos que, en ese momento, controlan el flujo del tráfico. Esta idea, sin embargo, es solo una hipótesis teórica y no un proyecto en fase de implementación, ni en Estados Unidos ni en Europa.
El ingeniero Ali Hajbabaie, coautor del estudio y profesor en la mencionada universidad, explicó que la fase blanca se basa en la capacidad de computación de los coches autónomos. Según sus simulaciones, este sistema podría mejorar significativamente el flujo del tráfico y reducir el consumo de combustible, dependiendo de la proporción de vehículos autónomos presentes en las carreteras.
A pesar de las promesas teóricas de este estudio, la realidad es que la luz blanca en los semáforos no es más que una propuesta. No existe ningún plan concreto para implementarla, ni siquiera en Estados Unidos, y mucho menos en Europa o España. Esta investigación, publicada en febrero de 2023, no ha avanzado más allá de las simulaciones por ordenador.
El malentendido en España surge de la interpretación errónea de estos resultados, presentándolos como un hecho consumado en lugar de un concepto experimental. Es crucial aclarar que, aunque los vehículos autónomos representan un campo de desarrollo apasionante y con mucho potencial, todavía estamos lejos de ver su plena integración en nuestras infraestructuras viales.
Además, es importante subrayar que la incorporación de una nueva luz en los semáforos implicaría cambios legislativos y de infraestructura significativos. En la actualidad, no hay ninguna legislación en España que contemple la inclusión de una luz blanca en los semáforos. La idea de una cuarta luz blanca es, por ahora, una mera especulación académica sin visos de convertirse en una realidad práctica a corto plazo.