Con la llegada de la época vacacional, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha intensificado sus mensajes sobre la precaución en la carretera. Este aumento en la comunicación no es casual, ya que el número de desplazamientos aumenta significativamente durante este periodo, al igual que ocurre en Navidad y Semana Santa. La DGT está plenamente consciente de que un mayor tráfico implica más riesgo de atascos y accidentes.
Uno de los objetivos principales de la DGT es minimizar el número de atascos en las autopistas y autovías. Para ello, promueven el uso de lo que se conoce como carril anti-atascos. Este carril es una medida para aumentar la fluidez del tráfico y reducir el riesgo de accidentes, utilizando uno de los carriles del sentido contrario para aumentar la capacidad en la dirección donde se ha formado el atasco.
Ya estamos inmersos en una nueva #OperaciónSalida de este #Verano2024, y es posible que nos encontremos en algún recorrido con un carril anti-atasco creado en el sentido contrario al habitual. Revisa en esta infografía animada de #RevistaDGT cómo se circula por ellos. 👇 pic.twitter.com/IyppllJtty
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) July 24, 2024
Según la normativa de la DGT, es crucial conocer y respetar las reglas al utilizar estos carriles. En primer lugar, los conductores deben circular con las luces de cruce encendidas tanto de día como de noche. Además, la velocidad en estos carriles debe mantenerse entre 60 km/h y 80 km/h, siempre respetando la señalización específica.
El uso de los carriles anti atascos requiere una precaución máxima por parte de los conductores. En caso de un accidente, es probable que se produzca un choque frontal, que puede tener consecuencias graves o incluso fatales. Por ello, es fundamental que los conductores mantengan una conducta responsable y sigan todas las indicaciones.
La DGT subraya la importancia de estar informado y de respetar estas medidas, ya que contribuyen a una conducción más segura y fluida. En resumen, cuando te encuentres en un carril anti-atascos, asegúrate de encender las luces de cruce, mantener la velocidad adecuada y estar siempre atento a la señalización y las condiciones de la carretera. Con estas prácticas, no solo se reducirá el riesgo de atascos, sino también el de accidentes, haciendo que todos lleguen a su destino de forma más segura.