Toyota está decidida a cambiar su enfoque estratégico en Estados Unidos, un movimiento que pronto podría extenderse a Europa. Reconocida como una de las marcas pioneras en la electrificación, Toyota ha liderado el mercado con una amplia gama de vehículos híbridos. Sin embargo, la compañía ha mantenido una postura reservada respecto al auge de los vehículos eléctricos, señalando sus dudas sobre el éxito de estos en un futuro cercano.
Recientemente, Toyota sorprendió al sector automotriz al decidir paralizar temporalmente su ambiciosa línea de modelos eléctricos Toyota bZ. La razón detrás de esta decisión es el deseo de desarrollar una plataforma tecnológica superior que le permita competir de manera más efectiva con otras marcas. A pesar de esto, Toyota continúa ofreciendo versiones de combustión interna, una situación que la compañía busca revertir a corto plazo en todo el mundo.
El jefe de ventas y marketing de Toyota en América del Norte, David Christ, ha confirmado esta nueva estrategia. Según Christ, Toyota está evaluando la viabilidad de convertir todos sus modelos a propulsión híbrida, modelo por modelo. Esta transición se llevará a cabo a medida que cada vehículo se acerque al final de su ciclo de vida comercial, permitiendo a la empresa realizar un cambio gradual pero significativo en su oferta.
Uno de los modelos afectados es el Toyota RAV4, que en el mercado estadounidense ya no se ofrecerá con motores de combustión interna. En su lugar, todas las versiones serán híbridas, reflejando una tendencia que ya se observa en las ventas, donde los modelos híbridos superan a los de gasolina. Actualmente, Toyota ofrece ocho modelos con motores tradicionales en América del Norte, pero este número podría disminuir drásticamente en los próximos años.
El cambio de estrategia en Estados Unidos también tiene implicaciones para Europa. La adopción masiva de vehículos híbridos podría ayudar a Toyota a reducir las emisiones de carbono, un objetivo crucial en ambos mercados. Por ejemplo, el futuro Toyota Corolla mantendrá sus opciones híbridas tradicionales y añadirá versiones enchufables, lo que ampliará su atractivo para los consumidores preocupados por la sostenibilidad.
Toyota sigue confiando en que los híbridos convencionales y enchufables mantendrán una ventaja competitiva sobre los vehículos eléctricos, al menos en el mediano plazo. Según la empresa, estos modelos son más familiares para los consumidores, más fáciles de usar y no presentan preocupaciones por la autonomía. Con esta estrategia, Toyota pretende consolidar su posición en el mercado mientras se adapta gradualmente a las nuevas demandas de movilidad sostenible.