RM Sotheby’s celebrará el 26 de octubre la oferta de la colección reunida por Rudi Klein. Se trata de una larga lista de piezas oxidadas por el paso de los años que se han convertido en chatarra, pero de lujo. Lotes a la puja de Porsche, Lamborghini, Mercedes-Benz o Ferrari, pero en un estado lamentable y nada baratos de precio de salida.
Examinando los lotes a subastar en California (Estados Unidos) el próximo 26 de octubre destacan algunos ejemplos realmente interesantes y factibles. Al menos dos de los Lamborghini Miura disponibles sí son ejemplos para costosos proyectos de restauración.
Es más, mientras el lote 306 tan sólo contiene el chasis de un P400 de 1967 de Bertone, el Miura número 53 fabricado (con un precio de salida entre los 300.000 y 400.000 euros), el 300 incluye el motor original V-12 de un P400 S de 1969 con el resto del conjunto (entre 500.000 y 650.000 euros).
Asimismo, también llaman la atención algunos vehículos de alta gama relativos a los años treinta. A destacar un Mercedes 500 K de 1935, el automóvil clásico más buscado del último medio siglo. Un automóvil único construido para el legendario piloto de carreras campeón de Mercedes-Benz, Rudi Caracciola. Adquirido por Rudi Klein en 1979; escondido y no visto por el público desde 1980. La subasta parte de los cuatro millones de euros y se pretende alcanzar hasta los seis millones.
Por otra parte, resulta imposible obviar la aparición del Mercedes-Benz 300 SL “Alloy” de 1956. Número 26 de los 29 ejemplares rematados en aleación ligera y encargado a fábrica por Luigi Chinetti, campeón de Le Mans, para luego ser custodiado en secreto por Rudi Klein por más de medio siglo. Del 300 SL se esperan hasta más de 5 millones de euros en la subasta.
Además de las unidades más o menos completas tan sólo necesitadas de una puesta a punto general se subasta una amplísima gama de piezas sueltas y motores en un estado de presentación lamentable. Un almacén del óxido y el olvido con restos de glamurosos automóviles que son ya auténticas piltrafas, desde los restos de un Ferrari 275 GTS, pasando por Maseratis o un Aston Martin V8 Vantage, entre otros.