Ford no es que sea precisamente una de las marcas recién llegadas a las carreteras españolas o a las carreteras europeas, sino más bien lo contrario. El fabricante americano, uno de los más veteranos dentro de la industria a nivel mundial, puede presumir de llevar muchos años en nuestras carreteras, aunque eso no significa, y una vidente ejemplo de ello son algunas de las últimas decisiones que ha tomado, que siempre acierte con sus apuestas.
Y es que no es que sea ningún secreto que la marca americana está sumida en un proceso de cambio que muy pocos entienden pero por el que en Ford quieren seguir apostando, un proceso de cambio en el que los protagonistas van a ser los coches cien por cien enérgicos y, como han apuntado desde el propio fabricante, ya se está diciendo adiós a coches que ellos han denominado incluso “aburridos”.
Fue hace ya un tiempo cuando la marca americana decidió despedirse en las carreteras europeas de dos modelos que les habían dado muchas alegrías: el Mondeo y el Fiesta. Si la desaparición del utilitario ya fue muy comentada y muy incomprendida por parte de muchos, la confirmación de que el Focus se va a despedir también de las carreteras del viejo continente a finales de este 2025 pone de nuevo a la marca americana en el punto de mira.
Es cierto que, como ocurría con los otros dos modelos, actualizada su contacto implicaría un alto coste de lo que se refiere a la fabricación de una nueva plataforma y que eso no garantiza beneficios futuros con un compacto, pero siguen siendo muchos los que ponen en duda esta decisión, sobre todo teniendo en cuenta que ni los eléctricos están teniendo éxito que muchos esperaban ni los compactos ni los utilitarios están tus muertos como muchos creían hace un tiempo.