Después de años de espera, Peugeot ha confirmado el regreso de uno de sus modelos más emblemáticos: el GTi. La marca francesa, bajo la dirección de su nuevo CEO, Alain Favey, ha decidido dar un giro a su estrategia y recuperar el espíritu deportivo que hizo historia en los años 90. Sin embargo, esta vez lo hará con una apuesta diferente: la electrificación.
El primer modelo en llegar será el E-208 GTi, una versión 100% eléctrica basada en la nueva generación del Peugeot E-208. Favey ha asegurado que la idea es lanzarlo "lo antes posible", aunque sin renunciar completamente a las versiones de gasolina, que podrían regresar si la demanda lo justifica.
El objetivo de Peugeot con este movimiento es reconectar con su historia y con el legado de los icónicos GTi. La firma busca recuperar la esencia de aquellos modelos ágiles, ligeros y divertidos de conducir, algo que la gama actual ha ido perdiendo con el tiempo. Además, la marca quiere reforzar el vínculo entre sus coches de calle y su participación en la competición, especialmente en el Campeonato Mundial de Resistencia.
Si bien el E-208 GTi ya es una realidad, todavía queda la incógnita de un posible GTi híbrido o microhíbrido. De momento, Peugeot no tiene planes concretos, pero Favey ha dejado claro que la decisión final dependerá de la opinión de los clientes. Esto abre la puerta a una posible versión con motor de combustión, aunque siempre adaptada a las nuevas normativas.
El E-208 GTi se desarrollará sobre la plataforma e-CMP2, la misma que utilizan modelos como el Abarth 600e, el Alfa Romeo Junior Veloce y el Lancia Ypsilon HF. En este caso, el nuevo Peugeot podría alcanzar una potencia de hasta 280 CV, con tracción delantera y un diferencial Torsen de deslizamiento limitado, lo que garantizaría un comportamiento deportivo y dinámico.
Otra posibilidad es que Peugeot espere hasta 2026 para lanzar este modelo sobre la nueva plataforma STLA Small, diseñada específicamente para coches eléctricos de los segmentos B y C. Esta plataforma permitirá ofrecer una mayor autonomía, alcanzando los 500 km por carga, y se fabricará en la planta de Stellantis en Zaragoza, junto con el Opel Corsa-e y el Lancia Ypsilon de cuarta generación.