Pocas marcas han logrado entrar en el mercado español con tanta fuerza y tan poco ruido como Omoda. Con solo un modelo a la venta, el Omoda 5, la firma china ya ha dejado claro que no ha venido a probar suerte, sino a plantar cara a los gigantes del segmento. Su llegada ha sido silenciosa, pero su impacto, especialmente en la categoría de los SUV compactos, empieza a sentirse.
A día de hoy, Omoda ya ha matriculado más de 2.500 unidades en lo que va de 2025. Una cifra que la sitúa por encima de modelos tan consolidados como el Peugeot 3008, el Volkswagen Tiguan o el Seat Ateca. Lo sorprendente es que lo ha conseguido con un único modelo disponible en dos variantes: una versión de combustión y otra 100% eléctrica, ambas con una relación calidad-precio muy difícil de igualar.
Parte del secreto está en ofrecer mucho por poco. El Omoda 5 llega con un diseño moderno, equipamiento completo de serie, asistentes de conducción de última generación y conectividad total. Todo esto, por un precio muy inferior al de sus rivales europeos. Es un golpe directo a marcas que, como Dacia, se han posicionado como la opción sensata y económica para quienes buscan un SUV funcional.
Pero lo que realmente inquieta a Dacia es el modelo que Omoda tiene a punto de lanzar: el Omoda C3. Aunque todavía no ha sido presentado oficialmente, ya se han filtrado las primeras imágenes y detalles preliminares. Se trata de un SUV con proporciones similares a las del Duster, con un enfoque claramente familiar y urbano, pero sin renunciar al diseño afilado y futurista que caracteriza a la marca.
Por ahora, no se han revelado datos concretos sobre sus motores, precios o versiones, pero todo apunta a que llegará con un paquete muy competitivo y posiblemente con una opción eléctrica o híbrida ligera. En cualquier caso, todo indica que el C3 se convertirá en una alternativa real a muchos modelos de éxito en España.
Con una imagen más trabajada, un interior cargado de tecnología y un posicionamiento de precio agresivo, el nuevo Omoda C3 podría ser el modelo que cambie las reglas del juego en el segmento compacto. Y eso, inevitablemente, coloca al Dacia Duster en una situación delicada.