Tanto en BMW como el resto de fabricantes premium saben muy bien que la inmensa mayoría de los conductores que acuden a sus concesionarios dispuestos a gastarse una buena cantidad de dinero, dispuestos a tener un modelo que se sitúa por encima de la media en muchos aspectos.
El problema que tiene la marca alemana en este caso es precisamente con una de sus nuevas apuestas, la nueva generación del X3, un modelo que siempre se ha caracterizado por tener una buena cuota de mercado pero, a la vez, luchar contra dos de los coches más vendidos en Europa en los últimos años: el Mercedes GLC y el Audi Q5.
Precisamente tener estos dos rivales directos es un argumento en su contra, entre otras cosas porque el Mercedes sigue siendo para muchos una compra más premium y por la que sí que están dispuestos a gastarse una buena cantidad de dinero y, por otro, porque el Audi Q5 se acaba de renovar con un diseño que muchos han aplaudido, o al menos han aplaudido más que en el caso del nuevo BMW.
El principal problema que tiene este nuevo X3 es que, especialmente en sus versiones mejor dotados en todos los sentidos, acaba teniendo un precio exageradamente alto, un precio que, por mucho que sea evidente que sea uno de los mejores modelos de BMW, tampoco tantas conductores están dispuestos a pagar. Es más, puestos a gastarse esa cantidad de dinero, y ahí están las cifras de ventas para demostrarlo, muchos prefieren ir directamente a por un Mercedes, un modelo de un estatus superior.
Veremos si la marca alemana, algo que no suele ser habitual en su caso, opta por buenas promociones con una nueva generación del X3 que aún se está estableciendo en nuestro país, pero todo parece indicar que las cifras de ventas puede que sean menores de las esperadas.