En el eterno debate sobre cuál es el mejor motor diésel jamás fabricado, muchas voces apuntan a los TDI del Grupo Volkswagen o a los JTD de Fiat, ambos con una sólida reputación. Sin embargo, un técnico de la ITV con experiencia en inspecciones y reparaciones lo tiene claro. El mejor propulsor no es europeo, sino japonés. Y sorprendentemente lo montaron coches de marcas como Opel y Honda.
El protagonista de esta historia es el motor 1.7 CDTI de origen Isuzu. Un bloque de cuatro cilindros que, según este especialista, destaca por su durabilidad, fiabilidad y bajo coste de mantenimiento. Desarrollado en los años 90 por Isuzu en colaboración con General Motors, este motor fue ensamblado en Europa, aunque muchos de sus componentes llegaban directamente desde Japón.
Este propulsor estuvo presente en vehículos tan conocidos como el Opel Corsa, Astra, Meriva o Zafira, además del Chevrolet Cruze y el Honda Civic. Dependiendo de la versión, ofrecía potencias que iban desde 65 hasta 130 CV, manteniéndose siempre como una opción eficiente y con un consumo moderado. Según el técnico, se trata de un motor “casi indestructible”.
El caso concreto que lo llevó a destacar este bloque fue el de su propio Opel Astra J de 2010, equipado con este motor y que ya ha superado los 270.000 kilómetros sin averías relevantes. Según explica, el coche sigue funcionando perfectamente y su rendimiento no ha mermado con los años. Además, menciona como curiosidad que el compresor del aire acondicionado tiene una potencia digna de un vehículo industrial.
Este Astra J se comercializó entre 2009 y 2015, y ofrecía varias versiones del 1.7 CDTI: A17DTC y A17DTE con 110 CV, A17DTR con 125 CV, y A17DTS con 130 CV. Cada una mantuvo el equilibrio entre prestaciones y fiabilidad.
Aunque en generaciones posteriores el motor fue reemplazado por un bloque 1.6 diésel y más tarde uno de 1.5 litros, para este experto, ninguno ha alcanzado el nivel del Isuzu 1.7 CDTI, que considera el mejor motor diésel jamás fabricado.