El MG ZS se mantiene como uno de los SUV más vendidos de su categoría, gracias a un precio de acceso que en 2025 arranca en apenas 14.990 euros. Esta cifra, muy por debajo de la media del segmento, se combina con un equipamiento abundante y una estética renovada que ha contribuido a su popularidad. La versión de entrada, con motor de gasolina 1.5 de 106 CV, incluye pantalla táctil de 10,25 pulgadas, conectividad completa y asistentes de conducción avanzados, lo que refuerza su atractivo en términos de relación calidad-precio.
Su maletero de 448 litros y una habitabilidad superior a la media entre los SUV urbanos también juegan a su favor. En este sentido, el MG ZS ha conseguido consolidarse como una opción lógica y funcional para quienes priorizan espacio, imagen SUV y coste contenido.
Sin embargo, no todo son ventajas. La calidad de algunos acabados interiores y ciertos aspectos del servicio posventa continúan generando dudas en parte del mercado. A ello se suma otro elemento de peso: la llegada del nuevo MG3. Este modelo, más pequeño pero tecnológicamente más avanzado, amenaza con arrebatar protagonismo al ZS, sobre todo en los tramos más bajos de la gama.
El nuevo MG3 debuta con una propuesta inédita en su categoría: un sistema híbrido autorrecargable de 195 CV con etiqueta ECO, una cifra de potencia claramente por encima de lo habitual en su segmento. Su precio arranca en torno a los 19.990 euros, y aunque está algo por encima del ZS más básico, ofrece un planteamiento mecánico más eficiente y mayores ventajas fiscales y de movilidad.
Lo destacable en este caso es que el MG3 no es simplemente un utilitario más. Con un diseño moderno, una puesta a punto más dinámica y un nivel de refinamiento interior superior al del ZS, se presenta como una alternativa más sofisticada dentro del propio catálogo de la marca.
En este contexto, el MG ZS mantiene su ventaja en tamaño y capacidad de carga, pero pierde atractivo ante quienes valoran tecnologías más actuales y etiqueta medioambiental. La ausencia de versiones híbridas o eléctricas en el ZS convencional lo deja en desventaja frente a un mercado cada vez más orientado a la electrificación.
A pesar de ello, el precio sigue siendo su principal argumento. Pero la competencia interna que supone el MG3, junto con las crecientes expectativas del público en materia de eficiencia y calidad, podría marcar un punto de inflexión para el hasta ahora superventas de MG.