Javier Irureta: "Al Dépor le falta ilusión y consistencia"

Decía Anquela que la afición coruñesa está muy mal acostumbrada a comer jamón del bueno y ahora le cuesta variar el menú en segunda división. Pero es lógico que el deportivismo no olvide su historia. Imposible no emocionarse pensando en aquel 19 de mayo del año 2000, cuando el Dépor fue Campeón de Liga y en el banquillo se sentaba un entrenador llamado Javier Iruretagoyena. ¿Qué sentirá al ver al Dépor en esta situación? Mejor le llamamos y esto es lo que nos contesta para ElDesmarque.

-¿Cómo está viendo un entrenador histórico en A Coruña como usted el juego de este Dépor?

El otro día vi el partido frente al Extremadura y en la primera parte perdí la confianza de que pudieran lograr la remontada. La verdad es que las circunstancias han llegado a una situación difícil. Lo que me parece preocupante es que el equipo está recibiendo mucho goles, el que más goles lleva de la segunda división y desde esta perspectiva habría que pensar que el fútbol es como hacer una casa o una catedral. Si los cimientos no son sólidos, es difícil hacer algo bueno o soportable.

"El fútbol es como hacer una casa o una catedral. Si los cimientos no son sólidos, es difícil hacer algo bueno o soportable"

- ¿29 tantos en contra pesan demasiado, no?

Esto es lo que más me llama la atención porque en el Dépor histórico no sólo cuando estuve yo sino ya antes, era un equipo fuerte atrás. Liaño fue Zamora más de una vez. Yo viendo el partido contra el Extremadura, por ejemplo, vi que faltaba esa solidez defensiva. Hay que ser más fuertes en el plano defensivo, apoyarse más atrás, que no nos hagan ni un gol y a ver si a partir de ahí puedes hacer mejor las cosas.

-¿Además de solidez defensiva cree que al equipo le falta algo más?

Creo que también, quizás por la situación que está atravesando, al equipo le falta ilusión y consistencia. Es una pena, hay que intentar entre todos, entrenador y jugadores hacer una unidad y animar. Quedan muchos partidos todavía, yo tengo aquí amigos de A Coruña y dicen "no vamos a salir" y sería una pena porque el año pasado el no poder lograr el ascenso fue una situación muy difícil  y que también está siendo difícil de digerir.

-La unión es también la llave por lo que apunta...

Hay que hacer mucho equipo, hay que unir mucho el vestuario y pensar sólo en sacrificarse, en que hay posibilidades todavía. En tres o cuatro partidos das un salto y se puede y se debe salir pero tenemos que empezar a no recibir un gol y en eso ya era un maestro el equipo del 93 y el 94. En la segunda división no hace falta que sean Bebeto y compañía pero si se es fuerte atrás das una imagen a los adversarios,a los aficionados, a los periodistas, a todos, de un equipo sólido.

"En la segunda división no hace falta que sean Bebeto y compañía pero si se es fuerte atrás das una imagen a los adversarios,a los aficionados, a los periodistas, a todos, de un equipo sólido"

-¿Ve entonces mimbres para salir, hay jugadores suficientemente consistentes atrás?

Yo no estoy trabajando día a día con ellos pero sí creo que se puede revertir esta situación y si no, pues llega enero y se podría insuflar algo desde fuera con algún jugador nuevo pero tengo todavía la fe de que se le puede dar la vuelta a esto.

-¿Cuál es el mensaje que enviaría al vestuario y a la afición?

Hay que salir a luchar y derramar hasta la última gota de sudor. Por favor, que la gente no pierda la ilusión. Sé que es un trance difícil. El Deportivo es una leyenda. Su historia hace que su camiseta pese mucho pero tienen que estar orgullosos de ella y sacar esto adelante.

"El Deportivo es una leyenda. Su historia hace que su camiseta pese mucho pero tienen que estar orgullosos de ella y sacar esto adelante"

-¿Nos olvidamos de Segunda B?

Yo no quiero creer que el equipo pueda descender, quiero pensar que al final el trabajo y los resultados van cambiando y no hay que estar nerviosos sino confiar y transmitir confianza al vestuario y al entrenador al que le mando todo el ánimo para que el equipo pueda lograr con el ánimo de todos cambiar un poquito y revertir la situación. Hay que ir saliendo, ganando tres o cuatro partidos.