Durante la semana segunda de agosto, el Real Madrid sufrió dos bajas en apenas cuatro días. Los protagonistas: Thibaut Courtois y Éder Militao. El motivo, el mismo: rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda.
El tiempo de recuperación que conlleva dicha lesión difiere mucho entre los deportistas de élite de la población general. En el mundo deportivo de alto rendimiento, el tiempo que transcurre desde que, en este caso, un futbolista se rompe el ligamento cruzado anterior de la rodilla hasta que vuelve al terreno de juego, pasan una media de entre seis y ochos meses, cuatro en lo mejor de los casos, tal y como apunta Fernando Ramos, presidente de la Asociación Española de Fisioterapeutas (AEF).
De hecho, tanto Courtois como Militao ya han sido operados con éxito y han empezado los trabajos de recuperación y rehabilitación.
En la población general este tiempo se alarga hasta el año o más. Sin embargo, “lo que nos dicen las estadísticas es que, en un seguimiento a dos años, solamente el 35% de los deportistas operados de ligamento cruzado anterior siguen manteniendo el mismo nivel competitivo previo a la lesión”, ha señalado el fisioterapeuta a ElDesmarque. Sin embargo, la recaída entre la población genera apenas pasa.
Para él, esto significa que, “tal vez estemos devolviendo a los jugadores demasiado pronto a competir ya que el riesgo de volver a recaer es muy alto. De hecho, hay trabajos publicados que recomiendan que el proceso de recuperación sea entre 8 y 12 meses para minimizar el máximo riesgo posible de que un deportista se vuelva a romper”.
El ligamento cruzado anterior se sitúa entre la tibia y el fémur. Las funciones principales son: mantener la estabilidad de la rodilla e informar al organismo cuál es la posición de la rodilla en el espacio.
“Cuando este ligamento detecta que se está haciendo un movimiento peligroso o se está sometiendo a la rodilla a un movimiento peligroso que puede alterar la estabilidad de esta, se avisa a la musculatura para que se active y pueda corregir estas amenazantes situaciones”, explica el especialista Ramos.
Dicho ligamento se rompe al “someter a la rodilla a fuerzas externas excesivas y repentinas […] lo que supone tener que parar cualquier actividad de medio o alto impacto”, explica Quim Chaler, médico rehabilitador, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF).
El presidente de AEF ha desarrollado en profundidad para ElDesmarque los cuatro puntos principales que explican por qué un deportista de élite se recupera mucho antes que un paciente de la población general.
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— Real Madrid C.F. (@realmadrid) August 30, 2023
La rehabilitación se resume en “un proceso muy estructurado y dinámico en el que se van recuperando todos los déficits que comporta la lesión (recorrido articular, fuerza muscular, equilibrio y coordinación). Por tanto, requiere trabajo manual por fisioterapeutas y después ejercicios individualizados y supervisados”, ha expresado el miembro de SERMEF.
Tradicionalmente, cuando una persona se rompe el ligamento cruzado anterior, “siempre se ha propuesto realizar una reconstrucción quirúrgica con diferentes materiales (tendones, ligamentos de cadáver, etc.), pero últimamente se está observando que en muchos casos se puede posponer la decisión quirúrgica a los 3 meses (mientras tanto se deber realizar un programa de rehabilitación bien estructurado)”, comienza a explicar Quim Chaler.
De hecho, “hay pacientes que no requieren intervención quirúrgica para realizar una vida normal, incluso deportiva -depende mucho de la sensibilidad de cada paciente, añade el presidente de AEF-. En todo caso el realizar una pauta de rehabilitación de calidad y supervisada es esencial”, continúa explicando.
Estos tres meses de espera, mencionados arriba, se deben a que se está dando un cambio de paradigma en el abordaje de lesión. “Los últimos ensayos clínicos publicados, muestran resultados funcionales excelentes en un porcentaje muy alto de pacientes que se ahorran una intervención quirúrgica muy agresiva. Está claro que todos estos pacientes han pasado por un programa de rehabilitación de alta calidad e individualizado, pero el eventual acortamiento de tiempo de recuperación lo justifica plenamente”, concluye.
Contradiciendo a este, el fisioterapeuta Ramos, expone que, aunque “no suele ser una cirugía urgente, sí que se debe atacar cuanto antes”. La explicación que da es “porque el edema -hinchazón por la acumulación de líquidos- que se produce cuando te rompes este ligamento, si se perpetúa mucho en el tiempo, puede acabar dañando el cartílago”.
Aunque las listas de espera de cada comunidad autónoma son muy diferentes, la media desde que el paciente tiene el diagnóstico hasta que le operan, suele ser de uno o dos meses.
A pesar de los grandes avances quirúrgicos, cuando el ligamento cruzado anterior se rompe, hasta la fecha, todavía “no se puede reproducir fielmente la biomecánica original del ligamento, se parece mucho, pero la biomecánica ya no es la misma”, explica el presidente.
“Esto te predispone a que la rodilla de la que te has operado, seas o no deportista, tenga más riesgo de sufrir artrosis -daño estructural relacionado con el desgaste de la rodilla-“, concluye.
El perfil más expuesto a la rotura del ligamento cruzado anterior: mujer que practica deportes de impacto
El sexo femenino tiene más probabilidad de romperse el ligamento cruzado anterior que el masculino. Biológicamente, las mujeres suelen ser más laxas -condición que da inestabilidad de por sí-, tienen las caderas más anchas por lo que las lleva a meter para adentro las rodillas, tienen más cambios hormonales -el primordial: el ciclo menstrual-…
Ambos expertos coinciden que, en cuanto a los deportes, los de impacto son los más “peligrosos”, es decir, aquellos que conllevan cambios bruscos de dirección y de ritmo y saltos, como, por ejemplo, el futbol, el baloncesto, el rugby, etc.
Esto se traduce en que el perfil más expuesto a una rotura del ligamento anterior es una mujer que hace deportes de impacto.