Hace unos años la lúcuma era una fruta totalmente desconocida en España. Sin embargo a día de hoy, su popularidad y demanda no deja de crecer, y no sólo en nuestro país, sino en todo el mundo.
El motivo de este cambio -y por el que estás leyendo este artículo- es por la gran cantidad de propiedades beneficiosas para la salud que tiene esta fruta, demostrados científicamente.
De hecho, algunos estudios señalan que las investigaciones aún son escasas, y que "es necesario realizar estudios de mayor profundidad que incluyan la cáscara, la semilla o incluso la planta" ya que la mayoría se centran sólo en la pulpa.
La función antioxidante es uno de estos, sobre todo en las variedades Rosalía, Leiva y Montero, en ese orden. En comparación con otras frutas, la lúcuma posee una mayor actividad antioxidante que la carambola, la manzana, la granadilla, el lulo, la ciruela y el kiwi, por lo que es comparable con la mora, la cebolla de bulbo rojo, la coliflor y la guayaba.
Por un lado, el contenido de azúcares en la lúcuma es medio-alto, de ahí su intenso dulzor. Por otro lado, tiene un índice glucémico medio. Esto significa, según Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, que la lúcuma no eleva rápidamente los niveles de glucosa en sangre, por lo que no supone un riesgo para los diabéticos, en cuanto al control de su enfermedad.
La suma de ambos valores sitúa a esta fruta como un buen edulcorante natural. Por este motivo, es un buen alimento para hacer helados, postres, yogures y productos de panadería y repostería.
Los estudios también evidencian que esta fruta tiene una serie de sustancias que combaten la hipertensión arterial, "previniendo enfermedades cardiacas y demostrando que es una alternativa a los medicamentos con el mismo fin".
Además de estos componentes, al tener una gran concentración de potasio, este da a la fruta "propiedades que reducen la hipertensión y previenen enfermedades del corazón".
Dicha fruta también tiene un alto contenido en vitamina B3. Este micronutriente reduce los niveles de colesterol malo, triglicéridos, aumenta el colesterol bueno y ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares.
Además de esta vitamina, en las variedades Beltrán, Seda y Dos Marrón se han encontrado unos factores alimentarios que reducen el colesterol total, especialmente el malo, por lo que también previene de enfermedades cardiovasculares.
Además, a estos factores se les atribuye actividad antiinflamatoria, antitumoral, bactericida y fungicida.
Aunque aún no se ha demostrado en humanos, un ensayo en ratas demostró que "el extracto de semillas de lúcuma tiene una actividad gastroprotectora mayor a la de lanzoprazol, un medicamento empleado para tratamientos de lesiones gástricas".
Estos hallazgos podrían "ser el comienzo para la elaboración de medicamentos hechos a base de lúcuma que reemplacen los remedios convencionales".
Esta misma semilla también tiene propiedades regenerativas por lo que se podrían elaborar productos cosméticos.
Otro estudio también indica que el "consumo de lúcuma como fruta fresca favorece la producción de leche materna en mujeres" que han dado a luz recientemente.
Aunque aún es demasiado pronto para confirmarlo, en algunas lúcumas se han encontrado β-sitosterol, "una alternativa anticancerígena de futuro prometedor, ya que, a diferencia de la quimioterapia, este resulta ser no tóxico, pero a su vez menos potente".
También se han encontrado en esta fruta otros componentes que poseen actividad antitumoral, propiedades que permiten combatir la formación y desarrollo de células cancerígenas y que facilitan el proceso digestivo.
En cuanto a su composición nutricional, esta fruta es en su mayor parte agua, 58% aproximadamente, y el 30% son carbohidratos, concretamente azúcares y ácidos orgánicos. También es una gran fuente de: