Jorge Gómez, culturista, advierte: "El 70% de los problemas vienen cuando paras de consumir anabolizantes"

El consumo de anabolizantes siempre se ha ligado con el culturismo, teniendo en cuenta que estas sustancias permiten aumentar el tamaño de la masa muscular de manera más rápida. Sin embargo, este no es el único efecto que generan.

Jorge Gómez, miembro de la Federación Española de Entrenadores Personales y Fitness (FEEPYF) y culturista natura, explica para el canal de Twitch de ElDesmarque que el principal problema no es tanto consumir anabolizantes, sino abusar de estas sustancias, teniendo en cuenta que el cuerpo cada vez te va pidiendo más.

Este advierte que los anabolizantes tienen efectos secundarios en la salud de forma casi inmediata como por ejemplo: impotencia sexual o ginecomastias -aumento del tamaño de las mamas en los hombres-.

Sin embargo, señala que los efectos secundarios a largo plazo son los realmente preocupantes. "La gente se piensa que si no les pasa nada mientras se toman los anabolizantes, se han librado, pero no es así. De hecho, el 70% de los casos suelen venir cuando paras".

El organismo se desgasta al tener que trabajar por dos

Jorge Gómez explica que "cuando tú metes un anabólico lo que estás haciendo es que el consumo de tu cuerpo se multiplique por dos".

Esto significa que durante los años que metes anabolizantes en tu cuerpo, este se ve obligado a trabajar por encima de su capacidad normal, por lo que cuando esta persona tiene 50 años su cuerpo está mucho más desgastado que el de otra persona que no haya consumido nada.

¿Podríamos decir que una persona con 50 años, que consumió anabolizantes en su juventud, sus órganos están como si tuvieran 80 años? Ante tal pregunta, el entrenador personal no duda ni un segundo en responder con un "claro".

Por este motivo, este tipo de personas empiezan a desarrollar enfermedades denominadas tardías, es decir, por desgaste, a una edad más temprana. Problemas hepáticos y renales debido a que durante años han estado filtrando sustancias tóxicas, "y los grandes olvidados, los problemas del corazón".