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Día Mundial de la EPOC: una enfermedad infradiagnosticada y sin cura

La mayoría de las personas con EPOC tienen al menos 40 años cuando comienzan los síntomas.
Escribo sobre salud entre médicos y deportistas

El tercer miércoles de noviembre se celebra cada año el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica o EPOC. Esta se caracteriza porque obstruye el flujo de aire desde los pulmones.

El problema que rodea a esta patología es su alta prevalencia, actualmente en aumento, según refleja el último Informe Anual del Sistema Nacional de Salud. Además, a esta cuestión hay que añadirle que el infradiagnóstico afecta al 74,7% de la población.

A pesar de que la EPOC es la 3ª causa de muerte en el mundo y la 4ª en España, desde 2012, las cifras de mortalidad por EPOC presentan una tendencia descendente.

Síntomas principales de la EPOC

Antes de enumerar los síntomas más comunes de esta enfermedad, es importante dejar claro tres cuestiones: hay personas que presentan síntomas leves y apenas los noten, no todas las personas que tienen los siguientes síntomas tienen EPOC y no todas las personas con EPOC tienen los siguientes síntomas. Los síntomas que refleja la European Lung Foundation son:

  • Dificultad respiratoria.
  • Tos crónica, con o sin flemas.
  • Silbidos cuando se respira.
  • Presión en el pecho.
  • Con el tiempo puede aparecer fatiga, anorexia y pérdida de peso.
  • Periodos de agravamiento de los síntomas por una infección.
  • Sufrir otras enfermedades como problemas cardíacos, ansiedad y depresión, osteoporosis, reflujo gastroesofágico, disfunción oseomuscular, anemia, cáncer de pulmón, diabetes y síndrome metabólico.

¿Qué personas corren mas riesgo de padecer EPOC?

Hay una serie de grupos entre la población, situaciones y hábitos que hacen que ciertas personas tengan más probabilidad de padecer EPOC que otras. Los factores que destaca tanto la fundación como los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades son:

  • Personas entre 65 y 74 años.
  • Mujeres.
  • Personas con antecedentes de asma.
  • Fumadores o personas expuestas al humo del tabaco.
  • Persona expuestas al polvo, productos químicos, vapores u otros contaminantes en el aire en el lugar de trabajo.
  • Empeoramiento de los síntomas, en las personas que la padecen, cuando los niveles de contaminación son altos.
  • Se asocia con población de nivel económico y educación bajo -creen que se debe a factores como la nutrición, superpoblación y contaminación del aire-.
  • Infecciones pulmonares en las primeras etapas de la vida o con madres fumadoras.
  • Factores genéticos.

¿Cómo se diagnostica y se trata la EPOC?

La espirometría es la prueba con la que se diagnostica la EPOC. Esta consiste en respirar en un aparato llamado espirómetro, que mide la cantidad de aire de los pulmones y la velocidad con la que puede expulsarlo una persona. En función del aire expulsado, el médico valorará si se trata de una EPOC y en qué fase se encuentra.

Aunque hasta la fecha no se conoce ninguna cura para esta enfermedad, puede controlarse de manera eficaz para que los síntomas mencionados anteriormente no impacten tan agresivamente sobre la calidad de vida de los pacientes.

  • Reducir la exposición a los factores de riesgo. En el caso de ser fumador, tratar de dejarlo.
  • Mejorar la capacidad de hacer ejercicio para ayudar a aliviar los síntomas.
  • Uso de broncodilatadores para ayudar a evitar los brotes, siempre que haya sido previamente indicado por un facultativo.
  • Terapia con oxígeno para reducir las dificultades respiratorias.
  • Participación en programas de ejercicio conocidos como rehabilitación pulmonar.

¿Qué supone vivir con EPOC?

Cuando a una persona se le diagnostica EPOC es común que tengan alterado su peso, por exceso o por defecto, indican desde SEPAR, Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica.

En aquellas personas con sobrepeso puede aumentar la sensación de falta de aire por lo que es conveniente que bajen de peso de forma segura y saludable. Mientras que las tienen falta de peso se les recomienda añadir a la dieta grasas y aceites no saturados para tener más calorías sin necesidad de aumentar la ingesta de alimentos.

En ambas situaciones se recomienda comer en pequeñas cantidades, sin excesos y varias veces al día.

Aunque la actividad física y la reducción del sedentarismo siempre contribuyen positivamente a la calidad de vida de una persona, independientemente de su estado de salud, cuando se tiene EPOC aún más, siempre y cuando se controlen sus síntomas durante la práctica.

Esto significa que mientras se hace ejercicio es importante prestar atención al estado en el que se encuentra e ir midiendo los niveles de oxígeno en la sangre y los latidos del corazón, con un reloj inteligente o similar, en la medida de lo posible.

El diagnóstico de dicha enfermedad también puede afectar a su estado emocional y psicológico por lo que es muy importante saber cómo manejar el estrés y evitar la depresión acudiendo a un experto, siempre que lo considere necesario.

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