¿Los músculos se estiran? Alex de la Vega, preparador físico, acaba con este mito

Existe la creencia de que una vez terminado el entrenamiento o el ejercicio físico es necesario estirar los músculos porque si no se hace, estos tienden a quedarse rígidos, provocando así posibles lesiones y las famosas agujetas. Sin embargo, nada de esto es cierto.

Alex de la Vega, entrenador de fuerza y acondicionamiento, ha desmontado en su cuenta de X esta falsa creencia y ha profundizado a ElDesmarque por qué los músculos en realidad no se estiran, sino que se contraen y se relajan.

"No se trata de un estiramiento mecánico ni de una modificación física del músculo", explica el profesional. Por este motivo, a partir de ahora, en este artículo utilizaremos el término 'estirar', pero entre comillas.

Entonces, ¿qué ocurre exactamente cuando estiramos?

Teniendo en cuenta que los músculos no se estiran, sino que se contraen y se relajan, dicha relajación "se traduce en una disminución de la orden neural de contracción".

Esto significa, según explica Alex de la Vega, que "lo que estamos haciendo es reorganizando patrones de movimiento y mejorando la amplitud de movimiento a través del entrenamiento del complejo artro-muscular -formado por el sistema ósea, muscular y articular-".

Cuando el músculo se relaja o se contrae, en el organismo se produce lo siguiente:

• Un estímulo nervioso, es decir, una señal que se envía del Sistema Nervioso Central hacia la fibra muscular, a través una célula específica que libera acetilcolina -un neurotransmisor que se encarga de la contracción muscular-.
• Un potencial de acción, es decir, una descarga eléctrica que cambia la carga de la membrana de la célula muscular. Esto se produce por la unión del neurotransmisor a dicha membrana.
• Liberación de calcio.
• Ese calcio se une a la troponina, una proteína de las células musculares, generando la unión de las proteínas actina y miosina.
• Ciclo de contracción: La miosina tiene “cabezas” que se unen y se deslizan a lo largo de la actina, acortando la longitud del sarcómero -las unidades más pequeñas de la fibra muscular-.
• Ciclo de relajación: Cuando cesa la señal nerviosa, la acetilcolina se degrada, el calcio y la troponina regresan a su posición original, evitando la unión actina-miosina.

"En ningún caso existe un estiramiento ni alargamiento mecánico del tejido, como si de una banda elástica se tratase", reitera el profesional.

Otro mito: "estirar" los músculos no evita las agujetas

Uno de los principales motivos por los que se estira después de entrenar es para evitar las agujetas del día siguiente, sin embardo, Alex de la Vega también asegura que es un mito, al igual que el agua con azúcar o métodos similares.

En realidad, tal y como apunta el profesional, la única forma para evitar las agujetas, respaldada bajo evidencia científica, es cumplir los teoremas del entrenamiento:

• Continuidad, es decir, entrenar todas las semanas.
• Sobrecarga progresiva evitando los picos repentinos en la carga de peso diaria.
• Tener un buen ratio de trabajo y descanso.

Cuando se incumplen estos puntos, por ejemplo "cuando te vas un mes de vacaciones, vuelves, y los dos primeros días te pones a entrenar como un gorila" es cuando vienen las agujetas y las lesiones en los gimnasios.

¿Por qué hablamos de estirar si en realidad no es verdad?

A pesar de que científicamente se sabe que los músculos no se estiran, en los gimnasios, colegios, equipos de fútbol, baloncesto, etc. este concepto se sigue utilizando, pero ¿por qué?

Alex de la Vega enumera una serie de motivos que explican el porqué se sigue utilizando este concepto. En primer lugar porque "el ser humano necesita costumbres, rutinas y protocolos" para no caer en el caos y además es un momento en el que también se puede "charlas con los compañeros".

Por otro lado critica que en la sociedad no existe pensamiento crítico ni reflexivo, es decir, "lo que aprendí en el pasado, lo enseño en el futuro" y "lo que le funcionó a uno se creen que le funciona al otro".

Antes de concluir, el entrenador añade que esto se sigue haciendo porque al contraer y relajar los músculos se mejora la flexibilidad, la rigidez muscular y promueve la relajación.