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Carlo Ancelotti y la manía del chicle: reduce el estrés, pero puede afectar a su voz

Carlo Ancelotti durante un partido de Champions contra el Manchester City. (Cordon Press)
Escribo sobre salud entre médicos y deportistas

Es bien conocido por todos la gran cantidad de chicles que come Carlo Ancelotti durante los partidos. Independientemente del contrincante, las cámaras siempre captan al entrenador del Real Madrid mascando o llevándose a la boca un paquete de chicles o caramelos, habitualmente mentolados.

De hecho, él mismo explicó a Jorge Valdano en una entrevista para Movistar+ que sólo tiene la manía de comer chicles durante los partidos, fuera no. Teniendo en cuenta que antes fumaba mucho, incluso dentro del campo -cuando se podía-, comer chicles le ayuda a controlar esa adicción. En otra entrevista para DAZN Italia, también añadió que los come para descargar la tensión y el estrés que le generan los partidos.

Mascar chicles cuando se está nervioso no es una manía que sólo tenga Ancelotti, sino que es una costumbre que suele tener bastante gente, pero ¿hasta qué punto el chicle te quita el estrés? ¿Es esto cierto? Sin embargo, lo que te puede ayudar para una cosa, puede estar perjudicándote a la misma vez para otra.

Chicles y sus efectos contra el estrés y la ansiedad

Hasta el momento, debido a que el número de investigaciones es escaso, no hay una evidencia científica clara sobre si los chicles ayudan o no a reducir el estrés y los estados de ansiedad agudos.

A pesar de que el número de estudios aún no es suficiente, algunos hallazgos sí que apuntan a que el mascar chicle puede reducir la ansiedad y el estrés generado a raíz de situaciones sociales. Otro estudio añade que al reducir estos niveles aumenta la concentración.

En cuanto al sabor, también es un factor que ha sido estudiado. Se ha comprobado que al masticar chicles más sabrosos los niveles de cortisol -una hormona- son más altos que cuando el chicle apenas tiene sabor. Estos hallazgos sugieren que cuanto más sabor mejor ayudan a superar las situaciones estresantes. Además, a través de otra investigación se sabe que el mentol puede tener un efecto calmante sobre la ansiedad y el estrés.

Chicles y caramelos: una práctica inadecuada para la voz

Aunque todo parece indicar que los chicles pueden tener una efecto real contra el estrés y la tensión, también hay una parte negativa y es que pueden perjudicar a la voz.

Teniendo en cuenta que los entrenadores están utilizando su voz durante todo el partido, y además a un volumen bastante alto, la presidenta de la Asociación Española de Logopedia, Foniatría y Audiología (AELFA), Lidia Rodríguez, no recomienda este hábito porque no beneficia al cuidado vocal que deben seguir los entrenadores.

La laringe es uno de los principales órganos que intervienen al hablar y necesita estar siempre hidratada. Dicha hidratación puede ser de forma directa, tomando el aire por la nariz en lugar de por la boca, para que entre limpio, templado y húmedo, o de forma indirecta con agua -aunque va al sistema digestivo, hidrata toda la mucosa periférica-.

La logopeda indica que masticar chicles y caramelos no contribuye con el cuidado vocal por dos motivos:

  • Fatiga los músculos que proyectan la voz por el sobreesfuerzo. Al utilizar la boca para comer chicles se está utilizando esta parte del cuerpo como masticador, mientras que si se está hablando esta parte debe actuar como resonador -junto con la nariz y el cráneo son los órganos que se encargan de proyectar la voz-.
  • Generalizando, la mayoría de los caramelos y chicles llevan azúcar, una sustancia que no es la mejor opción para mantener la laringe bien hidratada.

"Desde mi punto de vista, y lo que avala la evidencia científica, es que los chicles y los caramelos no son buenos métodos para hidratar y cuidar la voz", concluye la presidenta.

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