Hace unos días, Ronnie Coleman, el ocho veces ganador del Mister Olympia, subió una foto a su cuenta de Instagram donde aparecía en un habitáculo con una máscara cubriéndole nariz y boca. En la publicación explicaba que se trataba del tratamiento de cámara hiperbárica que recibe un día después de su terapia con células madre.
El motivo por el que la leyenda del culturismo se somete a semejantes tratamientos se debe a los intensos dolores que le impiden dormir por la noche. Pero, ¿en qué consisten ambas terapias?
Médicos e investigadores cada son más conscientes del gran potencial que tienen los tratamientos con células madre, de hecho, constituyen una de las terapias más innovadoras del momento para la regeneración de tejidos.
Sin embargo, aún queda mucho por investigar, teniendo en cuenta que el camino que lleva del laboratorio a la clínica es muy largo y costoso, evidencia el California Institute for Regenerative Medicine.
En relación al tratamiento del dolor con células madre, a través de un estudio en el que ha participado la Clínica Universidad de Navarra, se ha visto que tiene un efecto antiinflamatorio que provoca la reducción o pérdida de dolor en pacientes con artrosis -enfermedad caracterizada por el deterioro progresivo del cartílago articular provocando la inflamación de la estructuras que rodean a estas-.
El tratamiento al que se somete Ronnie Coleman se denomina técnicamente como oxigenoterapia hiperbárica. Este consiste en respirar oxígeno puro en un espacio llamado cámara hiperbárica. La presión del aire en el interior del habitáculo se eleva a un nivel superior a la presión del aire normal, explica la Food and Drug Administration dependiente de los Estados Unidos.
Dicho aumento de presión ayuda a los pulmones a obtener más oxígeno. Si estos tienen más oxígeno, podrán trasportarlo a los tejidos que más lo necesitan y puedan ayudar al cuerpo a curarse y a combatir ciertas infecciones. Aunque, tal y como ya hemos señalado en más de una ocasión, todos los tratamientos tienen contraindicaciones y este no es menos.
Dicha terapia es bien conocida por los buceadores ya que les ayuda a lidiar con el drástico cambio de presión al que se someten durante la práctica de su actividad.
El tratamiento hiperbárico también es un pilar muy importante en el deporte, tanto para los deportistas lesionados como para los sanos, teniendo en cuenta que "fortalece el sistema inmunológico, oxigena la mente, favorece el aumento de la concentración y el deportista se recupera más rápido después de un esfuerzo", asegura IMTRA. Además de que aumenta significativamente la condición física.
Esta terapia ha servido para suplir los entrenamientos en altura que se hacían con el objetivo de estimular los glóbulos rojos.
En cuanto a los deportistas lesionados, la terapia hiperbárica permite disminuir el tiempo de cicatrización, el edema, la hinchazón y la recuperación si se somete al atleta en las 24-48 horas tras la lesión. Por otro lado, en casos de sobreentrenamiento es una indicación absoluta.
Algunos de los beneficios conocidos de la terapia de oxigenoterapia hiperbárica, según el Instituto Madrileño de Traumatología (IMTRA), son los siguientes:
Teniendo en cuenta todos los beneficios de la oxigenoterapia hiperbárica, dicho tratamiento se utiliza en gran medida en medicina para combatir enfermedades como la anemia, las intoxicaciones por gases, el pie diabético, autismo, quemadura, fracturas óseas, sordera súbita, entre otras.
Siempre y cuando se decida apostar por esta terapia, debe ser guiada por un profesional para que determine el tiempo de duración, la periodicidad y la cantidad de oxígeno óptimo para evitar sufrir los daños que causa en el cuerpo un exceso de oxígeno tales como daños en el oídos, cambios temporales en la visión o colapso pulmonar. No obstante, este último es muy poco frecuente, señalan desde el instituto californiano.