Es bien sabido, y además está respaldado por estudios científicos, que la actividad física es clave para tener un envejecimiento saludable, mejorar la calidad de vida y reducir el riesgo de mortalidad cardiovascular. Pero, ¿te has planteado alguna vez si es mejor hacer deporte por la mañana o por la tarde?
Un estudio, publicado por la Revista europea de cardiología preventiva en 2022, asoció la actividad física matutina con menores riesgos de incidencia de enfermedades cardiovasculares. Ante tal evidencia concluyeron que la cronoactividad, es decir, el momento de la actividad física durante el día, sí tiene un papel importante en la salud del corazón.
En la investigación participaron 86.657 adultos de entre 42 y 78 años sin enfermedades cardiovasculares previas. La edad promedio fue de 62 años y el 58% eran mujeres.
Durante siete días consecutivos los participantes llevaron un rastreador de actividad en la muñeca y estuvieron en seguimiento para analizar la incidencia de enfermedad cardiovascular.
En esos años de seguimiento -entre 6 y 8 años-, 2.911 participantes desarrollaron enfermedad arterial coronaria y 796 sufrieron un ataque.
Comparando los momentos de mayor actividad, los riesgos más bajos de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares se relacionaron con las horas entre las 8 y las 11 de la mañana. Los picos de mayor actividad entre las 12 p.m. y las 6 a.m. se asociaron con riesgos más altos.
Para concretar más la cronoactividad, los investigadores dividieron a los participantes en cuatro grupos, dependiendo del momento del día en el que más actividad física hicieran:
Tras esta organización, los participantes que eran más activos a las 8 o a las 11 tenían un 11% y un 16% menos de riesgo de sufrir enfermedad arterial coronaria.
Además, aquellos que eran más activos a última hora de la mañana tenían un 17% menos de riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular en comparación con el grupo promedio.
Cuando analizaron los resultados por distinción de sexo se dieron cuenta que estos eran particularmente prominentes en las mujeres, mientras que en los hombres ya no eran tan significativos.
Las mujeres que acostumbraban a practicar deporte por la mañana temprano o al final de esta tenían un 22% y un 24% menos de riesgo de sufrir enfermedad arterial coronaria.
Además, las que eran más activas a las 11 de la mañana, tenían un 35% menos de posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular.
"No podemos explicar por qué las asociaciones fueron más marcadas en las mujeres. Es demasiado pronto para dar asesoramiento formal, pero esperamos que algún día podamos perfeccionar las recomendaciones actuales simplemente añadiendo una línea: 'al hacer ejercicio, se recomienda hacerlo por la mañana'”, especifica Gali Albalak, una de las investigadoras del estudio.