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Si desayunas o cenas tarde, deberías saber esto: comer pasadas las 9 compromete tu salud

Desayunar o cenar pasadas las 9 compromete la salud cardiovascular.
Escribo sobre salud entre médicos y deportistas

Está comprobado que la dieta es un importante factor de riesgo para desarrollar una enfermedad cardiovascular, incluso juega un papel fundamental en muchas de las muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares cada año.

Además del tipo de dieta, los horarios habituales en los que se consumen estos alimentos tienen influencia en el hígado, corazón, riñones y páncreas, así como en las funciones cardiometabólicas y la regulación de la presión arterial.

De hecho, un reciente estudio publicado en Nature Communications, ha demostrado que realizar la primera y la última comida más tarde de las 9 a.m. o las 9 p.m., respectivamente, se asocia con un mayor riesgo de problemas cardiovasculares, especialmente entre las mujeres.

Retrasar una hora la cena aumenta un 8% el riesgo

De acuerdo con los resultados del estudio, cada hora adicional -más allá de cenar antes de las 8 p.m.- se asoció con un aumento del 8% el riesgo de desarrollar una enfermedad cerebrovascular. Y realizar una última comida después de las 9 p. m. se asoció con un riesgo 28% mayor.

El estudio concluyó que desayunar habitualmente más tarde de las 8 a.m. está asociado con:

  • Factores de riesgo cardiometabólico.
  • Una peor salud cardiovascular.
  • Un aumento de la presión arterial.
  • Concentración de proteína C reactiva -puede significar que tienes un problema de salud serio que causa inflamación en tu cuerpo-
  • Concentración de los niveles de insulina y glucosa.
  • Disminución de las lipoproteínas de alta densidad.

Cabe destacar que estos resultados se evidenciaron sobre todo en mujeres.

El actual estilo de vida normaliza los horarios inoportunos

A día de hoy, muchas son las personas que tienen un estilo de vida acelerado, sin apenas tiempo para dedicar a las comidas principales del día, así como también han aumentado las prácticas de ayuno que promueven saltarse comidas.

Este estilo de vida moderno ha provocado comportamientos nutricionales inoportunos como cenar o desayunar tarde, e incluso saltarse la primera comida del día.

Un ejemplo claro de este cambio se evidencia en el estudio. De los 103.389 participantes, los participantes más jóvenes, estudiantes o desempleados, solteros, sin antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares (ECV), fumadores habituales actuales, con niveles más altos de actividad física, niveles educativos más altos e ingresos mensuales más bajos tendían a tener la primera y la última comida más tarde.

Además, en comparación con los participantes que comían más temprano, estos tuvieron un mayor consumo de alcohol, más episodios de consumo excesivo de alcohol, informaron acostarse más tarde y tenían más probabilidades de tener una mayor variabilidad en los horarios de sus comidas a lo largo de la semana.

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