El clima, las temperaturas temperaturas, tanto bajas como altas, las precipitaciones...son factores que afectan directamente a la práctica deportiva. Por este motivo, en los países con temperaturas más bajas es habitual practicar una serie de deportes, mientras que en los países más cálidos destacan otros.
El problema surge cuando las temperaturas habituales de un país empiezan a aumentar y los fenómenos extremos se registran de forma más frecuente, debido al cambio climático.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha confirmado que el pasado mes ha sido el enero más cálido desde que hay registros. Esta cuestión cada vez nos preocupa más, pero nos sorprende menos, teniendo en cuenta que en estos últimos años hemos tenido temperaturas en verano nunca antes registradas.
Aunque tener temperaturas en invierno propias de primavera puede ser agradable para muchos, es una cuestión que afecta a muchas cuestiones. Sin ir más lejos, una de estas es la práctica deportiva.
Aunque con estas temperaturas, impropias del primer mes del año, salir a correr es mucho más cómodo porque no pasas frío ni tienes que ir tan abrigado, perjudica a otros deportes como es el caso de los de de nieve.
De hecho, aunque durante este mes han caído algunas nevadas, las seguidas precipitaciones y altas temperaturas han puesto en jaque a muchas pistas de esquí por falta de nieve. En otras palabras, el esquí y el snow han sido las grandes perjudicadas.
El temporal histórico de la Filomena, entre el 6 y el 10 de enero de 2021, es un ejemplo claro de cómo un fenómeno extremo puede afectar al deporte, teniendo en cuenta que perjudicó al estado de las instalaciones deportivas situadas en el exterior.
La temperatura, la humedad relativa y la duración de la luz solar también afectará negativamente al senderismo en la mayoría de las ciudades, según un estudio publicado en la revista Current Issues in Tourism.