Se sabe que el ejercicio físico es un tratamiento efectivo para mejorar la salud psicológica y el funcionamiento cognitivo debido a que aumentan los niveles de endorfinas, se activa la producción de neurotransmisores y distrae de los sentimientos de depresión y ansiedad.
La novedad es que un nuevo estudio ha evidenciado que realizar baile estructurado de cualquier género es igual, o incluso más efectivo, que otros tipos de ejercicios físicos para mejorar una variedad de resultados psicológicos y cognitivos.
Los hallazgos, publicados en la revista Sports Medicine, han sido revelados por un grupo de investigadores australianos. Los participantes, tanto sanos como con enfermedades crónicas -Parkinson, insuficiencia cardíaca, parálisis cerebral, fibromialgia- tenían entre 7 y los 85 años.
El objetivo era comparar los efectos del baile, abarcando una amplia gama de géneros -danza teatral, aeróbica, tradicional y social- con los de otras actividades físicas como deportes de equipo, artes marciales, caminar y entrenamiento con pesas.
Los resultados sugieren que el baile tiene mayores beneficios, que otras actividades físicas, para la motivación, angustia, depresión, bienestar emocional, memoria verbal y de trabajo y cognición social. Sin embargo, esta es inferior en el estrés motivador y autoeficacia.
Teniendo en cuenta el amplio abanico de edades que analizaron, entre estas encontraron diferencias. En las personas con 54 años o menos los beneficios del baile se centraron en el ámbito psicológico, mientras que a partir de los 55 años estos se centran más en la capacidad cognitiva, teniendo en cuenta que danza conlleva estética, música, secuencias de movimientos coreografiados e interacciones planificadas con otras personas.
A diferencia de lo que se podría pensar, ya que a priori parece que los jóvenes bailan más que los mayores, los estudios actuales apenas han investigado la función psicológica y cognitiva en los de 25 años o menos.
A pesar de esto, hay cierta evidencia de que en personas de 16 años o menos la danza parece disminuir el impacto de la somatización -síntomas físicos por un malestar psicológico-.