El síndrome de Müller-Weiss es el punto débil que acompaña a Rafa Nadal desde el año 2005. Con apenas 19 años fueron varios los médicos que trataron dicha lesión y, de hecho, más de uno le dijo una dura frase: "no volverás a jugar".
Es una enfermedad que se caracteriza porque se inicia en la infancia, pero hasta los 40-50 años no suele desarrollar síntomas. Es cierto, que en casos excepcionales, los síntomas pueden aparecer antes a raíz de un traumatismo, fisura o rotura, explica la fisioterapeuta Lola Ortega.
Se produce por una displasia articular del escafoides o navicular, un hueso situado en la zona media del pie o empeine. Esto se traduce en que dicho hueso se descoloca de su zona articular saliéndose un poco hacia arriba, y a su vez, el hueso posterior al escafoides -astrágalo- va ocupando poco a poco dicho lugar.
Debido al movimiento recién explicado, la profesional señala que se generan cambios en la estructura del pie: acortamiento hacia el dedo gordo, arco plantal exagerado y varo de talón -apoyar este hacia afuera-.
En cuanto a los síntomas, la Universidad Católica de Valencia señala los siguientes:
La fisioterapeuta Ortega muestra en un vídeo explicativo una serie de ejercicios que pueden aliviar en cierta medida los síntomas, aunque matiza que es una enfermedad que no se puede tratar con un método conservador como sucede con otras lesiones sino que necesita cirugía.
El primero que recomienda consiste en separar los dedos comprobando que el dedo pulgar siga la línea hacia la zona del talón y la zona medial quede apoyada en el suelo. El objetivo es corregir la situación de varo del talón.
A este movimiento se le puede un pequeño balanceo sin separar los dedos del suelo. De esta forma se gana fuerza en el arco plantal y en los dedos del pie.
Otro de los ejercicios que propone consiste en apoyar el talón en la pared -con las puntas de las dedos mirando hacia arriba- para empujar hacia esta con el dedo gordo y soltando -repetir el movimiento varias veces-.
También recomienda caminar controlando el apoyo de la zona media del pie, al querer evitar el varo, este movimiento debe hacerse hacia adentro. Es importante apoyar bien el dedo gordo del pie al ser el principal estabilizador de la marcha.
Por último, recomienda caminar de puntillas focalizando el peso sobre el primer dedo para corregir el varo del talón.