La fibromialgia es una enfermedad crónica que afecta a un 6% de la población mundial. Entre sus síntomas más frecuentes destaca el dolor muscular generalizado y la fatiga.
Aunque cualquier persona puede desarrollarla, las mujeres, las personas de mediana edad, con antecedentes familiares y con patologías previas lupus, artritis reumatoide y espondilitis anquilosante son las que más riesgo tienen de padecerla.
Una de las principales barreras de esta patología es su diagnóstico debido a la similitud de sus síntomas con los de otras patologías reumáticas o con la COVID persistente.
Un equipo de investigadores de las universidades Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, la de Ohio y la de Texas, ha desarrollado un método innovador que permite un diagnóstico de la fibromialgia con una elevada fiabilidad a partir de una muestra de sangre.
Para desarrollar el estudio, los investigadores recogieron muestras de sangre de tres grupos diferentes: personas diagnosticadas con fibromialgia, otras con enfermedades reumáticas similares y un tercer grupo sin ninguna de estas patologías, que servía como grupo de control.
Posteriormente, estas muestras se sometieron a un proceso llamado filtración, que permite centrarse en una parte muy específica de la sangre que contiene las moléculas más pequeñas.
Estas moléculas se analizaron para lograr observar el tipo y la cantidad de moléculas presentes.
Finalmente, con la ayuda de un método estadístico, se clasificaron las muestras en diferentes categorías, en función de sus características químicas, para identificar las diferencias entre los grupos.
Los resultados, publicados en la revista 'Biomedicines', han puesto de manifiesto que ciertos patrones en las moléculas pequeñas, como los aminoácidos, podrían ayudar a distinguir la fibromialgia de otras enfermedades con efectos similares sobre la salud.
“Estamos frente a una herramienta rápida, precisa y no invasiva que podría integrarse fácilmente en el entorno clínico para mejorar la calidad de vida de pacientes con fibromialgia”, ha afirmado la investigadora del departamento de Ingeniería Química de la URV Silvia de Lamo.
Este nuevo estudio supone un importante paso adelante hacia el diagnóstico preciso y la personalización del tratamiento para las personas afectadas y abre nuevas vías para la investigación y atención clínica de esta patología.