La obesidad, junto con el sobrepeso, es un término que cada vez va teniendo más protagonismo en las sociedades occidentales.
Aunque puede darnos la sensación de que cada vez somos más conscientes de la importancia que tiene el ejercicio físico y la dieta saludable en el día a día, la realidad es que las cifras de sobrepeso y obesidad no dejan de aumentar año tras año, llegándose a considerar una epidemia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, no todos los profesionales del ámbito de la nutrición están de acuerdo con la forma en la que la OMS entiende y cuantifica tanto la obesidad como el sobrepeso -una persona tiene sobrepeso u obesidad cuando pesa más de lo que le corresponde a su altura-.
Uno de estos perfiles es la nutricionista Melyssa Chang, que ni está de acuerdo con esa definición ni considera que todas las personas con obesidad estén poniendo en riesgo su salud.
La nutricionista no defiende la forma en la que actualmente se entiende la obesidad por tres motivos. En primer lugar porque su definición "no nos da información concreta sobre la salud de la persona". De hecho, considera que debería cambiarse.
El segundo motivo se debe a que "no podemos asumir que todas las personas con obesidad tengan otras enfermedades asociadas a esta. Pueden tener obesidad, definida como la distribución de grasa, pero tener buenos hábitos y unas analíticas correctas que son lo que realmente nos van a dar los marcadores de salud".
Y por último, descarta utilizar el término obesidad, tal y como se entiende actualmente, "porque etiquetamos a un grupo de personas sin conocer en concreto sus características de salud".
La pregunta que se hace la nutricionista es por qué la OMS evidencia que las cifras de obesidad están aumentado si lleva años intentando atajar este problema. "Algo están haciendo mal", remarca.
La principal recomendación que hace la OMS son las dietas restrictivas, es decir, un método que muchos estudios científicos han evidenciado que a largo plazo no funciona y que además afecta a la salud de los pacientes.
"Sin duda, creo que el error está en que nos estamos equivocando en cómo enfocamos la definición de obesidad y en la recomendación tan simplista de hacer dieta restrictiva basándonos solamente las calorías" argumenta la misma.
No obstante, la nutricionista no niega que exista un problema real de mala alimentación en la sociedad, sino que la forma de cuantificarlo y paliarlo debe ser otra. Las recomendaciones que ella defiende son las siguientes: