Violeta Mangriñán ha confesado en sus redes sociales que no quiere tener más hijos por lo que está valorando diferentes opciones anticonceptivas. Una de las opciones que ya ha descartado la influencer es la vasectomía porque a su marido Fabio Colloricchio le da miedo y no quiero hacérsela.
Tal y como explica la Sociedad Chilena de Urología, la vasectomía es una intervención quirúrgica que consiste en ligar los conductos deferentes para evitar que los espermatozoides se mezclen con el líquido espermático consiguiendo así una contraconcepción masculina definitiva. Esta es, hasta ahora, la forma más fiable de anticoncepción masculina.
Durante la intervención quirúrgica se utiliza anestesia local, salvo excepciones específicas en las que se hace bajo sedación.
La operación en sí consiste en practicar dos pequeñas incisiones en el escroto, para llegar a los conductos deferentes, aquellos que transportan los espermatozoides fuera de los testículos. Una vez realizadas dichas incisiones los profesionales ligan y cortan los conductos deferentes.
Aunque la incidencia de las complicaciones es bastante baja, según la Asociación Española de Urología (AEU), los riesgos existen, pudiendo ser la causa por la que Fabio Colloricchio no quiere someterse a este proceso.
El ingreso tras una vasectomía no suele ser habitual, pero, según recomienda la AEU, los pacientes no deben trabajar al día siguiente. Además, deben abstenerse de hacer deporte y ejercicio durante un periodo concreto de tiempo, el cual varía entre los profesionales.
Otra de las cuestiones que recuerdan los profesionales es que la esterilidad no es inmediata después de la operación, sino que la posibilidad de fecundar persiste mientras haya espermatozoides en el líquido espermático.
Esto significa que durante las 12 semanas siguientes, dependiendo de los resultados del espermiograma -tiene que revelar la ausencia de espermatozoides vivos dentro del líquido espermático-, es necesario emplear otro método de anticonceptivo.