¿Soy feliz? Es una de las típicas preguntas que muchos se hacen, e incluso plantean a otras personas. Esto se debe a que la búsqueda de la felicidad es un objetivo común para muchas personas, sin embargo, no a todas les resulta tan sencillo conseguirla, e incluso, pueden llegar a experimentar frustración.
"La felicidad es un estado emocional subjetivo de bienestar y satisfacción general con la vida; a diferencia de la alegría que aparece por algo momentáneo", explica Alba García, neuropsicóloga clínica.
No existe un concepto de felicidad específico, sino que varía en cada persona dependiendo de muchos factores: eventos externos, relaciones interpersonales, actividades, pensamientos, creencias...Para algunas personas la felicidad es alcanzar el éxito profesional mientras que para otras lo son las actividades recreativas.
A cerca de si la felicidad está, o no, sobrevalorada, la profesional no cree que ese sea el problema sino que "lo que ocurre es que algunas personas tienen unas expectativas poco realistas sobre lo que puede significar ser feliz y eso le puede llevar a tener sentimientos de insatisfacción".
A lo que añade que "es importante reconocer que la felicidad no es un estado constante. Es natural experimentar una variedad de emociones, tanto positivas como negativas, a lo largo de la vida".
Ante este posible sentimiento de insatisfacción por no conseguir la felicidad, la neuropsicóloga opina que "es mucho más útil centrarse en cultivar un sentido de bienestar general y un sentido en la vida".
El ejercicio físico no facilita la felicidad, sino que está asociado a la mejora del estado de ánimo y al bienestar general emocional ya que al hacer ejercicio el cuerpo libera endorfinas -neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales- generando sensaciones de euforia y bienestar.
La neuropsicóloga explica que con "el deporte aumenta la serotonina y la dopamina -neurotransmisores asociados con la regulación del estado de animo- Además, puede reducir los niveles de estrés y ansiedad, mejorar la calidad de sueño y aumentar la autoestima".
La práctica deportiva también genera mayor conectividad entre las regiones cerebrales asociadas al procesamiento emocional y la regulación del estado del ánimo.