Quejarse por algo o por alguien es algo bastante común en la sociedad de hoy en día. Algunas personas tienden a quejarse más que otras, pero todas solemos hacerlo alguna vez. Aunque el hecho de quejarse puede verse como una forma de desahogo que permite expresar una idea que no compartes, realmente es una situación que genera estrés.
Así lo aseguraba el Dr. Manuel Martín-Loeches en el último programa de 'Cuarto Milenio': "los nuevos estudios han corroborado recientemente que quejarse es una forma de estresarse". Además añadía que esta practica afecta a la salud del cerebro.
Teniendo en cuenta que los estudios han asegurado que quejarse es una situación de estrés, los efectos que tiene el estrés en la salud del cerebro son los mismos que cuando nos quejamos.
Diversos estudios corroboran que "el estrés reduce parte del cerebro, en concreto, el hipocampo, situado en los lóbulos temporales", explicaba el investigador del cerebro y la cognición en el programa de Iker Jiménez. Al verse reducido el tamaño del hipocampo "perdemos memoria, recuerdos y la capacidad de concentración".
En relación al estrés, los estudios han demostrado que quejarse 30 minutos al día reduce los hipocampos tanto de la persona que se queja como de la que la recibe. Al cabo de una semana se puede ver como esta parte del cerebro se ha reducido.
"Ahora estamos conversando tú y yo, y si tuvieras una lesión en el hipocampo a los dos segundos se te hubiera olvidado de qué estamos hablando", ejemplificaba el neurólogo al tratar de explicar qué ocurre cuando el tamaño del hipocampo se modifica.
Además de las quejas y del estrés entendido por sí mismo, los malos tratos tanto en niños como en adultos generan en estas personas situaciones estresantes que afectan a la salud del cerebro.
"Viviendo en positivo se consigue cortar esta sangría", destacaba el experto. A lo que añadía que "diversos estudios han demostrado que podemos compensar estos efectos del estrés".
Una de las formas es repitiendo las palabras paz y amor varias veces al día, la reducción del estrés no sé produce tan sólo por repetir la palabra sino por la idea que esta contiene en sí misma.
Además, entre los efectos beneficios de la reducción del estrés el neurólogo destacaba que "se expresan genes que tienen que ver con una respuesta óptima del sistema inmunitario, con menos inflamación y con menos nivel de azúcar".