La reina Letizia Ortiz ha protagonizado una escena muy poco usual durante el besamanos previo a la cena de gala ofrecida por los reyes de los Países Bajos en el Palacio Real de Ámsterdam. A diferencia de lo que es habitual, esta se ha visto obligada a desempeñarlo sentada por unas dolencias que sufre en su pie izquierdo a causa de un neuroma de Morton.
La reina fue diagnosticada con esta patología en junio de 2022, pero no se hizo público hasta octubre de ese año. Ahora, todo parece indicar que las dolencias le han vuelto a aparecer.
El neuroma de Morton es una lesión que afecta a los nervios que se encuentran entre los dedos de los pies, sobre todo al del tercer y cuarto dedo. Esta afección causa dolor agudo provocando en muchos casos incapacidad.
Desde Medline Plus enumeran los síntomas más comunes que provoca esta patología:
La persona que lo sufre suele acudir al médico con dolencias en la zona y otros de los síntomas enumerados. Generalmente, el profesional sanitario puede diagnosticar la patología examinando el pie, apretando el empeine y los dedos de los pies para evaluar que cuadro sintomatológico presenta.
Junto a la exploración, pueden hacer una radiografía para descartar problemas óseos y una resonancia magnética o un ultrasonido para diagnosticar con éxito el neuroma de Morton.
Aunque la electromiografía -procedimiento para evaluar los nervios- no diagnostica esta afección, sí que es útil para descartar otras patologías que causen signos similares. Al igual que ocurre con las analíticas de sangre que sirven para verificar si existe, o no, la presencia de afecciones relacionadas con inflamación, como por ejemplo ciertas formas de artritis.
El traumatólogo y experto en la patología del aparato locomotor, Jaime Vilaró, ha explicado que en primer lugar se apuesta por el tratamiento conservador, como como usar zapatos de horma más o menos redonda y no sobrecargar el pie con determinados ejercicios físicos.
De no funcionar el uso de zapato ancho, el siguiente paso serían plantillas con un apoyo por detrás de la cabeza de los metatarsianos "para abrir un poco estos huesos y que no estén tan comprimidos".
A eso se puede añadir un antiinflamatorio oral y terapias físicas, como radiofrecuencia y pulsaciones que adormecen el nervio y rebajan la inflamación. Si esto no da resultados, el siguiente paso es infiltrar analgésico local con corticoides.
"Si todo fracasa se llega a la cirugía". El experto ha detallado que cuando se apuesta por la intervención quirúrgica hay dos técnicas: