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Síndrome de Diógenes: el trastorno con el que Sofía Suescun define la situación de su madre

Maite Galdeano entre montones de ropa (@sofia_suescun)
Escribo sobre salud entre médicos y deportistas

Sofía Suescun está bastante preocupada por su madre por la gran cantidad de ropa que acumula y de la cual no quiere deshacerse. Ante esta situación Sofía ha pedido ayuda a través de sus redes sociales para acabar con el síndrome de Diógenes, término con el que ha denominado al problema que sufre Maite Galdeano.

"Hay que enseñar lo que verdaderamente eres. ¿Algún tip para el síndrome de Diógenes? Yo digo erradicarlo de raíz. No quiere escuchar, pero su habitación es un estercolero", manifestaba la influencer en su cuenta de Instagram.

Sofía Suescun parece que está bastante desesperada, sobre todo porque su madre no reconoce el problema que padece y asegura que este es uno de los síntomas que caracterizan a esta afección, pero, ¿en qué consiste realmente el síndrome de Diógenes?

Bolsas de basura llenas de ropa de Maite Galdeano (@sofia_suescun)

¿Qué se entiende por síndrome de Diógenes?

El síndrome de Diógenes es un trastorno de la conducta caracterizado por el abandono personal, tanto de la higiene como de la alimentación y la salud, y social, se aislan de su entorno, no salen de su domicilio y rechazan cualquier tipo de ayuda externa, según define un estudio del Hospital Virgen del Puerto (Cáceres).

Las personas que sufren este problema tienden a ser personas mayores de 65 años, aunque puede afectar también a otras edades. El síndrome de Diógenes no suele aparecer de forma aislada, sino que suele ser consecuencia de patologías mentales previas, como por ejemplo: trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo, demencia, depresión psicótica y trastornos de personalidad, apunta el Instituto de Psicoterapias Avanzadas (IPSIA).

Estas personas están realmente preocupadas por una ruina económica no real, acumulando basuras y viviendo en una situación de miseria material absoluta. Sin embargo, aunque ellos no son conscientes, pueden llegar a reunir grandes cantidades de dinero tanto en su casa como en el banco.

Síntomas del síndrome de Diógenes

Además de los síntomas mencionados en el apartado anterior, tales como el abandono personal, el comportamiento antisocial y la falta de conciencia respecto al problema, otros de los signos que enumeran desde IPSIA son:

  • No son conscientes de que su estilo de vida es perjudicial
  • Algunos viven voluntariamente en condiciones de pobreza extrema
  • Falta de limpieza del hogar
  • Carecen de conciencia
  • No saben explicar por qué tienen esa conducta
  • Las funciones cognitiva y social están alteradas
  • No cumplen un patrón a la hora de acumular cosas

El papel de los familiares para su diagnóstico

Para conseguir que un profesional sanitario diagnostique síndrome de Diógenes a una persona, es clave el papel de las familias. Estas son las únicas que pueden informar a este sobre la situación del paciente, ya que este no lo va hacer por sí mismo.

Es importante diferenciar el síndrome de Diógenes del trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad. El primero suele ser una conducta que se mantiene oculta fuera de la vida privada, ahí el motivo por el que la familia más cercana es la que única que puede darse cuenta de ello.

Sin embargo, los pacientes de la segunda patología suelen tener una conducta egosintónica -comportamientos aceptables para las necesidades del ego sin sentir angustia-, y, en la gran mayoría de los casos, argumentan que todas las cosas que guarda tienen una utilidad.

¿Tiene cura?

El apoyo social y la asistencia domiciliaria son las medidas preventivas que existen para evitar que este cuadro se repita, sin embargo, muchos suelen rechazarlas. Las hospitalizaciones también son una opción, pero sólo son posibles cuando están incapacitados por alguna patología previa de base o ellos accedan voluntariamente a su hospitalización.

Teniendo en cuenta que gran parte de las personas que sufren síndrome de Diógenes rechazan cualquier tipo de ayuda, este registra un 46% de mortalidad en los 5 años después de ser diagnosticada.

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